BEATO MONTFORD SCOTT
1 de julio
1591 d.C.
En Londres,
en Inglaterra, beatos Jorge Beesley y Montford Scott,
presbíteros y mártires, que en tiempo de la reina Isabel
I, condenados a la pena capital por ser sacerdotes, tras pasar por
crueles tormentos consiguieron la palma del martirio.
Nació en Hawstead, Suffolk, en el seno de una familia
acomodada. Marchó a Douai para hacer los estudios sacerdotales.
Cuando todavía era subdiácono, regresó a
Inglaterra, donde fue capturado, pero fue absuelto y volvió al
continente, donde fue ordenado presbítero en Bruselas, en 1577;
regresó a Inglaterra el 19 de junio del mismo año. Muy
poco después fue arrestado en Cambridge y trasladado a Londres,
con sus libros y pertenencias, por orden del obispo anglicano de la
capital. No se sabe muy bien qué pasó y parece probable
que lo desterraran, pero el hecho es que regresó enseguida a
Inglaterra. Trabajó apostólicamente durante ocho
años en la parte oriental de Gran Bretaña, y cuantos le
conocían admiraban en él la austeridad y santidad de vida
por su continua oración, sus ayunos y su celo apostólico.
Conocida su presencia y actividad, Topcliffe, el famoso perseguidor de
sacerdotes, puso especial empeño en su captura. En 1590 estaba
en casa de William Kilbeck, en Hawstead, cuando fue arrestado y enviado
a Londres. Ante el juez reconoció ser sacerdote y dijo haber
vuelto a Inglaterra por la salvación de las almas. Poco antes de
ser ejecutado reafirmó en público su fe y oró por
la reina. Uno de los espectadores de su ejecución se
convirtió al catolicismo.
Fueron martirizados juntos en Londres el 1 de julio de
1591, en Fleet Street. Llevados hasta allí y ante el
patíbulo, los mártires confirmaron su fe serena y
firmemente, siendo seguidamente ahorcados, destripados y
descuartizados. Fueron beatificados por SS Juan Pablo II el 22 de
noviembre de 1987.