BEATO MIGUEL LUDOVICO
BRULARD
25 de julio
1794 d.C.
En una
nave anclada ante la costa de Rochefort, en Francia, beato Miguel
Ludovico Brulard, presbítero de la Orden de los Carmelitas
Descalzos, mártir, el cual, durante la Revolución
Francesa, por ser sacerdote fue encerrado en dicha nave en condiciones
inhumanas, muriendo en ella consumido por la enfermedad.
Nació en
Chartres. Pertenecía al convento de los carmelitas descalzos de
Charenton, cercano a París y fue ordenado presbítero.
Llegada la Revolución se suprimieron los conventos,
volvió a su casa paterna, donde procuró llevar una vida
de religioso todo cuanto le era posible, viviendo con gran recogimiento
austeridad y piedad. Se negó a seguir las directrices religiosas
de la Revolución y a prestar el juramento de “Libertad-Igualdad”.
Junto a sus otros compañeros fue enviado a Rochefort, por
negarse a prestar juramente constitucional y sufrió toda clase
penurias por la vida miserable que llevaban a causa de los maltratos,
ya que el fin era eliminarlos clandestinamente. De él se
sabe que fue deportado en 1794 a La Rochelle y embarcado, como los
otros sobre las naves, que después se quedaron en la isla de
Aix; murió consumido por el hambre con la piel en los huesos
solamente y fortalecido por la fe, siendo enterrado en la isla de Aix.
Fue beatificado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995.