BEATO MIGUEL DÍAZ SÁNCHEZ
15 de noviembre
1936 d.C.



  Miguel Abdón Senén nació en Caudete (Albacete), por aquel entonces pertenecía a la diócesis de Orihuela. Pocos datos hay de su infancia y niñez, pero sí sabemos que muy pronto sintió el beato la llamada al sacerdocio. Cuando alcanzó la edad señalada para decidir su vocación, ingresó en el Seminario de San Miguel de Orihuela, donde fue considerado siempre como modelo de seminaristas, tanto por su comportamiento, como por su piedad.

   Ordenado sacerdote en 1903, el Prelado le destinó como coadjutor de la parroquia de su pueblo natal. Más adelante fue nombrado párroco de Tabarca, y, en 1927 cura ecónomo de Santa Ana de Elda (Alicante), siempre en la diócesis de Orihuela.

   Existía en esta población una gran masa obrera, con ideas bastante revolucionarias. En este ambiente desarrolló el beato tal actividad, que llegó a captarse las simpatías del mundo obrero, hasta el punto de que, al ser trasladado nuevamente a la parroquia de Caudete, se reunieron rápidamente catorce mil firmas para pedir al Prelado que lo dejase en Elda. Pero su destino estaba en Caudete.

   La persecución religiosa de julio de 1936 le sorprendió en plena actividad pastoral. A partir de las elecciones de febrero de 1936 y, más concretamente, desde el 19 de marzo, los frentepopulistas le cerraron la Iglesia viéndose obligado a empezar a esconderse. Y en ese periodo, hasta el 18 de julio, tuvo que afanarse para ir sacando todo lo que pudo del templo y poder guardarlo en su casa, ocupando el lugar más importante el Santísimo Sacramento. Allí también se refugió el sacristán.

   Cuando, finalmente, estalló la guerra el beato se ocultó, cambiando con frecuencia de vivienda, para no caer en manos de los ya declarados perseguidores de la fe cristiana, pero no por eso interrumpió el servicio ministerial de sus fieles. Vivió un verdadero calvario hasta que fue detenido el día 14 de octubre, pasó al convento de los PP. Carmelitas convertido en cárcel.

   Al enterarse los milicianos de Elda que don Miguel estaba detenido, se trasladaron a Caudete con intención de salvarlo. Estaban muy agradecidos por la labor que había realizado en su ciudad. Pero no pudieron hacer nada. Ante esta situación, el comité local lo sacó de la cárcel el 9 de noviembre con intención de llevarlo a Albacete. Luego, mientras los milicianos cenaban en una posada, dejaron al sacerdote al cuidado de los dueños que le aconsejaron que huyera; pero él no quiso.

   A primeras horas de la mañana llegó otro coche en el que recogieron a don Miguel para llevarlo a Almansa y al llegar junto al puente que hay cerca de la venta de la Vega, lo asesinaron sencillamente por ser sacerdote. Lo más horrible es que fueron sus mismos paisanos y feligreses quienes cometieron tan horrendo crimen. A la mañana siguiente fue encontrado su cadáver en la carretera de Almansa, en el término de Bonete. Fue beatificado el 6 de noviembre de 2007 por Benedicto XVI.

Página Principal
(Pbro. José Manuel Silva Moreno)