Marozia, noble romana también conocida como Mariozza, era hija de Teodora (hermana de Adalberto de Toscana) y del senador romano Teofilacto I. Fue una de las mujeres más influyentes de su época desde que, en 907, se convirtió en la amante del Papa Sergio III y pasó a dominar la política papal durante un periodo de unos veinticinco años que ha pasado a la historia con el nombre de pornocracia. En dicho periodo influyó en la elección de hasta seis papas y ordenó la muerte de algunos de ellos.
Marozia contrajo matrimonio en tres ocasiones con altos personajes de la nobleza. Su primer marido, Alberico I el Mayor, marqués de Camerino y duque de Spoleto, la desposó en el año 909 cuando estaba embarazada de la relación que mantenía con el papa Sergio III. El hijo que nacería en 910 fue legitimado por Alberico y se convertiría en el futuro papa Juan XI. De este primer matrimonio nacería, hacía el 912,Alberico II que jugará un papel protagonista en la futura caída de su madre.
En 924, Marozia y Alberico I intentan hacerse con el poder absoluto de Roma y se enfrentan a Juan X pero fracasan y Alberico es asesinado. Marozia se encuentra entonces en una situación de debilidad que resuelve casándose con el marqués Guido de Toscana, de cuya unión nacería Berta de Lucca.
En ese mismo año, el trono de Italia quedó vacante al fallecer Berenguer I. La elección de su sucesor provocó un nuevo enfrentamiento entre Marozia y el papa Juan X, ya que mientras el papa apoyaba como candidato al trono a Hugo de Borgoña, Marozia prestó su apoyo a Hugo de Arlés, hermanastro de su segundo marido. El enfrentamiento se resolvió esta vez a favor de Marozia y de su marido Guido, el cual se dirigió a Roma al frente de un ejército y tras deponer al papa lo encarceló hasta su muerte.
En 929 fallece Guido de Toscana y Marozia decide casarse con su cuñado, el hermanastro de su difunto marido y rey de Italia, Hugo de Arlés, para lo cual deben anular el matrimonio de Hugo ya que este se encontraba casado. La anulación matrimonial la consiguió fácilmente ya que el papa que entonces regía la Iglesia era Juan XI, el propio hijo de Marozia.
El nuevo matrimonio se celebra en 932 y provocó la rebelión del otro hijo de Marozia, Alberico II el Joven, el cual expulsó de Roma a su nuevo padrastro, tomó el poder y mandó encarcelar, en el castillo de Sant'Angelo, a su madre y a su hermanastro el papa Juan XI. En dicha prisión permanecerá hasta la muerte, en 954, de Alberico II de donde fue trasladada a un convento en el cual falleció en 955.