BEATA MARÍA
TERESA DE JESÚS GERHARDINGER
9 de mayo
1879 d.C.
Carolina
Gerhardinger nació en Regensburg, Stadtamhof (Ratisbona) y era
hija única de un capitán de barco. Obtuvo el
título de maestra de enseñanza primaria y se
dedicó a la educación de la infancia de su ciudad
(1816-1833).
Comenzando en 1816, Carolina, con otras dos maestras en
Stadtamhof, llevaron una vida dura de penitencia estricta y fervorosa
oración. Durante estos años, sus deseos de entregarse
completamente a Dios en la vida religiosa creció con más
fuerza. El obispo Wittmann vio en esto una señal de Dios
para fundar una comunidad religiosa dedicada a la formación de
las niñas y mujeres jóvenes. Él preparó a
Carolina para esta fundación, pero murió en 1833 antes de
que su plan se realizara. Sin embargo, Carolina, con una
confianza firme en Dios y apoyada por el sacerdote Francis
Sebastián Job, siguió lo que ella reconoció como
la voluntad de Dios: con dos compañeras ella comenzó a
vivir la vida apostólica religiosa comunitaria en Neunburg vorm
Wald el 24 de octubre de 1833. Ella hizo los votos religiosos
perpetuos en Regensburg el 16 de noviembre de 1835 y después de
esto llevó el nombre María Teresa de Jesús;
nacía así la Congregación de las Pobres Hermanas
de las Escuelas de Nuestra Señora. Ella veía su
congregación como la obra de Dios, basándola en la
Eucaristía, arraigada en la pobreza y dedicada a
María.
Ante la invitación del Rey Luis I, Madre Teresa
transfirió la Casa Madre a lo que había sido el convento
de las Pobres Claras en el Anger en Munich. Ella vio y
tomó ventajas de las oportunidades de la metrópoli para
la educación de sus hermanas y para la propagación de su
comunidad en su país y en el extranjero. Madre Teresa
reconoció que la rápida expansión mundial de
la joven comunidad necesitaba un fuerte liderato. En la lucha sobre un
punto en la regla el cual estipulaba un gobierno central de la
congregación a través de una superiora general, la
visión de Madre Teresa fue confirmada y se probó su amor
y lealtad a la Iglesia. Después de una larga y dolorosa
controversia con el arzobispo de Munich-Freising, ella recibió
el reconocimiento papal para su congregación en 1854 y en 1865
su borrador de la regla fue aprobado por la Sede
Apostólica. Así, la unidad de su congregación
fue asegurada y una nueva forma de gobierno para congregaciones
religiosas fue aceptada por la Iglesia.
En todos sus éxitos y en todos sus sufrimientos,
Madre Teresa se mantuvo como la “Sierva del Señor”. Ella
perseveró en esta actitud también en las grandes pruebas
en sus últimos años, cuando las guerras en Europa y
América amenazaban con dividir las familias y las naciones, y el
"Kulturkampf" cerró las misiones en Prusia y Baden. En
tiempos difíciles comenzó su vida; en tiempos
difíciles también llegó a su fin. Madre Teresa
encontró su lugar de descanso final en la Casa Madre en el Anger
en Munich. Fue beatificada el 17 de noviembre de 1987 por Juan
Pablo II.