BEATA MARÍA
SERAFINA DEL SAGRADO CORAZÓN
24 de marzo
1911 d.C.
Clotilde Micheli nació en Imer (Trento), de padres profundamente
cristianos. A partir de su juventud la vida de Clotilde Michele parece
una novela del siglo XIX, en realidad la voluntad de Dios forjó
este alma predestinada, haciéndola vagar de un sitio al otro, a
la búsqueda de como cumplir la revelación que le hizo la
Virgen el 2 de agosto de 1867, mientras rezaba, como era su costumbre,
en la iglesia de Imer, ella tenía casi 18 años.
La Virgen le
manifestó la Voluntad de Dios de que fuera fundado un nuevo
Instituto religioso, con el específico objetivo de adorar la
Santísima Trinidad, con especial devoción a la Virgen y a
los Ángeles, como modelos de oración y servicio.
En 1867 se mudó
a Padua, donde vivió por nueve años hasta el 1876, bajo
la guía espiritual de Monseñor Angelo Piacentini,
profesor del Seminario local, tratando de entender mejor el llamado
recibido. A la muerte del Piacentini en el 1876, Clotilde Michele se
fue a Castellavazzo (Belluno) donde el Arcipreste Gerolamo Barpi,
conocidas las intenciones de la joven, puso a su disposición un
antiguo convento para la nueva fundación. En 1878 Clotilde hizo
uso de un subterfugio, un matrimonio arreglado, teniendo éxito,
huyó a Alemania a Epfendorf en Wurttemberg, donde sus padres se
habían mudado hacía poco por motivos laborales.
Permaneció en
Alemania durante siete años, desde 1878 a 1885 trabajando como
enfermera en el Hospital de las Hermanas Isabelinas y se destacó
por su caridad y delicadeza con los enfermos. Después de la
muerte de su madre en 1882 y de su padre en 1885, decidió
abandonar Alemania y regresó a Imer su tierra natal. Dos
años más tarde, esta mujer inquieta de 38 años,
junto con su prima Judith, realiza una peregrinación a pie a
Roma, haciendo paradas en diversos santuarios marianos, con
espíritu de penitencia y devoción, siempre dispuesta a
comprobar nuevamente la voluntad de Dios sobre la Fundación
planeada. En agosto llegaron a Roma y son hospedadas por las Hermanas
de la Caridad Hijas de la Inmaculada (Inmaculadinas), instituto fundado
por María Fabiano; la fundadora al conocer más
profundamente a Clotilde, la convenció de tomar el habito del
naciente instituto, prometiéndole dejarla libre si se viera
realizado sus planes juveniles. Clotilde tomó el nombre de sor
Annunziata y permaneció entre las Inmaculadinas hasta principios
de 1891, eventualmente ocupó el cargo de Superiora entre 1888 y
1891 en el convento de Sgurgola de Anagni.
Gracias al apoyo de
una familia se muda a Caserta, y posteriormente a la vecina Casolia en
compañía de dos jóvenes que se habían unido
a ella. Después de varios meses, el obispo de Caserta
Monseñor De Rossi, autorizó la imposición del
hábito religioso al primer grupo de cinco hermanas el 28 de
junio de 1891, acto en el que estuvo presente el Padre Fusco, la nueva
institución tomó el nombre de Hermanas de los
Ángeles, Adoradoras de la Santísima Trinidad.
La fundadora Clotilde
Michel tenía 42 años y tomó el nombre de sor
María Serafina del Sagrado Corazón. Un año
después un primer grupo de hermanas fue enviado a administar un
orfanato en Santa Maria Capua Vetere (Caserta), lugar que se
convirtió en la primera casa del Instituto; a esta siguieron
otras obras, todas destinadas a ayudar a los niños y
jóvenes abandonados.
Pero para la madre de
Serafina comenzó, a partir de finales de 1895, un período
de sufrimiento físico, que después de una cirugía
muy delicada, solicitada por el mismo obispo de Caserta, la
debilitó dramáticamente. Mientras tanto, después
de muchas vicisitudes se abrió en junio de 1899 la Casa de
Faicchio (Benevento), que más tarde se convertiría en el
Instituto de Formación de la Congregación. La Madre
María Serafína se empeñó en llevar a cabo
otras obras a un ritmo tan intenso que debilitó aún
más, tanto así que se vio obligada a permanecer
definitivamente en Faicchio.
Como casi todos los fundadores de congregaciones religiosas, tuvo que
soportar mucho sufrimiento por incomprensiones, incluso dentro de su
mismo Instituto, hasta que consumida por el sufrimiento físico
murió en la Casa de Faicchio, donde está
enterrada. Fue beatificada el 28 de mayo de 2011 por Benedicto XVI.