BEATO MARIANO DE
JESÚS EUSE HOYOS
13 de julio
1926 d.C.
Nació en Yarumal, diócesis de Antioquia (Colombia), en el
seno de una familia acomodada. Su infancia y adolescencia se
vivió entre campesinos, enseñando a niños menos
afortunado que él. Pronto sintió la vocación
sacerdotal y con 24 años, en 1869, ingresó en el
seminario de Medellín. En 1872 recibió la
ordenación sacerdotal.
Inició su
ministerio en San Pedro, como coadjutor de su tío Don
Fermín. A la muerte de su tío en 1875, fue trasladado,
como coadjutor a Yurumal (1876) y luego a Angostura (1878); en este
lugar construyó, a pesar de las dificultades de la guerra civil,
el templo parroquial. Durante la guerra se vio obligado a esconderse
varias veces en las montañas o en las cuevas. Nombrado
párroco de Angostura, permaneció en su puesto hasta su
muerte, siendo un pastor eximio y solícito para todos sus fieles.
Su fama de santidad se difundió por toda la
región; se dedicó especialmente a atender a los
campesinos y a los más pobres, a pesar de que el gobierno era
contrario a la Iglesia. Su apostolado constante y eficaz produjo muchos
frutos, dejando entre la gente un profundo efecto y un vivo recuerdo.
Los pobres, que él llamaba «los nobles de Cristo»,
eran sus preferidos. No tenía ningún reparo en emplear
sus propios bienes para aliviar las penurias y la indigencia de los
más débiles. Visitaba con frecuencia a los enfermos, y
para asistirles estaba dispuesto a cualquier hora del día o de
la noche. Con infinita mansedumbre y sencillez se ocupaba de los
niños y de los jóvenes para guiarlos por el camino de las
buenas costumbres y de la prudencia.
Introdujo muchas
prácticas religiosas y devociones como al Sagrado Corazón
y a María. Su buena salud le permitió llevar una vida
ascética y de mortificación. Su vida estuvo siempre plena
en la oración y la Eucaristía. A causa de un problema de
próstata y una inflamación de la vejiga, tuvo un ataque
de enteritis. Era tan grande su pobreza que no tenía ni ropa
para cambiarse. Murió rodeado de sus fieles, que le ayudaron
económicamente los últimos días. Murió en
Angostura. Está enterrado en la capilla de la Virgen del Carmen,
que él mismo había hecho construir. Fue beatificado por
SS Juan Pablo II el 9 de abril del 2000.