Nació
en Contursi (Salerno, Italia), en el seno de una familia muy pobre. A los
22 años se trasladó a Napoles, frecuentó la Congregación
Eucarística y gracias al favor de la familia Parisi pudo ordenarse
sacerdote en 1731. En poco tiempo fue un modelo para el clero napolitano,
por su inclinación a la caridad y su apostolado desarrollado en cualquier
lugar donde tuviera necesidad.
Gennaro Fortunato, obispo de Cassano sullo Ionio, lo llamó
a su diócesis, dándole misiones en plena libertad, sea para
las misiones, sea para la constante reforma del clero y de los Institutos
religiosos femeninos. Dedicaba hasta seis horas al día a la instrucción
de los niños y a la predicación, obteniendo estrepitosas conversiones,
la fama de su trabajo superó los límites de la diócesis
de Cassano, y por esto fue invitado a desarrollar su misión también
en las diócesis cercanas; por esto fue llamado “Apóstol de Calabria”.
El obispo Fortunato lo nombró primero párroco
de Altomonte y después de la iglesia de la Annunziata en construcción
en Maratea, y que llevase la dirección espiritual de las congregaciones
de eclesiásticos y de laicos. Particular atención tuvo por las
clarisas de Castrovillari para las que construyó un nuevo convento
y en la misma ciudad fundó el “Retiro de las arrepentidas”, a las
que asistió siempre con ayudas, incluso cuando dejó la diócesis
de Cassano, a la muerte del obispo en el 1751, que regresó a Nápoles.
Vuelto a Nápoles se le confió la dirección
del convictorio sacerdotal y de la conferencia del clero, sobre el que ejerció
una notable y benéfica influencia. En 1768 fue nombrado padre espiritual
de la citada Congregación de la Conferencia, y en este trabajo, con
la ayuda de amigos y admiradores, construyó una iglesia llamada de
la Asunción, más adecuada para acoger a los inscritos siempre
más numerosos. En esta iglesia quiso ser sepultado. La fama de santidad
y milagros le acompañó durante toda su vida. Murió en
Nápoles. Santa María Francisca de las Cinco Llagas, la mística
terciaria alcantarina, vio su alma llevada al Cielo por ángeles. Fue
beatificado el 24 de julio de 2012 por Benedicto XVI.