BEATA MARÍA
LUISA MERKERT
14 de noviembre
1872 d.C.
Nació en Nysa, en Silesia de Opole, en el seno de una familia de
católica de la burguesía. Desde muy pequeña se
dedicó a los pobres y a los enfermos. A la muerte de su madre,
acaecida en 1842, decidió dedicarse totalmente a los pobres, a
los enfermos y a los abandonados. Aconsejada por su confesor, junto con
su hermana Matilde y con Francisca Werner, se unió a Clara
Wolff, joven virtuosa y terciaria franciscana, que había
decidido servir a los enfermos y a los pobres a domicilio. Comenzaron
la actividad caritativa en Nysa el 27 de septiembre de 1842. Se
prepararon para dar ese paso con la confesión, la
comunión y un acto de consagración al Sacratísimo
Corazón de Jesús. A partir de entonces, María
cumplía diariamente los compromisos asumidos, asistiendo a los
enfermos y a los pobres en sus casas y recogiendo limosnas para los
necesitados. El 8 de mayo de 1846 murió su hermana Matilde, que
se había contagiado de tifus mientras cuidaba a los enfermos.
María Merkert,
con Clara Wolff, se dirigió a las Hermanas de la Misericordia de
San Carlos Borromeo en Praga, para un período de noviciado,
trabajando como enfermera en los hospitales de Podole, Litomierzyce y
Nysa. Notando que estas religiosas consideraban secundaria la
asistencia de los enfermos a domicilio, dejó su noviciado el 30
de junio de 1850, si bien la formación recibida en ese
período le sirvió de mucho. No faltaron incomprensiones,
pero María pudo dedicarse totalmente al proyecto original de la
asistencia a domicilio de los enfermos, los pobres y los más
necesitados.
El 19 de noviembre de
1850, María Merkert y Francisca Werner, llenas de confianza en
Dios, reemprendieron en Nysa la actividad caritativa-apostólica.
Nueve años más tarde, el 4 de septiembre de 1859, la
Asociación de Santa Isabel recibió la aprobación
por parte del obispo de Breslavia. El 15 de diciembre sucesivo se
celebró el primer capítulo general, que eligió a
María Merkert como superiora general. El 5 de mayo de 1860,
María, junto con otras veinticinco religiosas hizo los votos de
castidad, pobreza y obediencia, a los que añadieron un cuarto
voto de servir a los enfermos y necesitados. En los años
1863-1865 construyó en Nysa la casa madre de la
congregación; el instituto obtuvo el reconocimiento
jurídico estatal en 1864. El 7 de junio de 1871, el Papa beato
Pío IX le concedió el "Decretum laudis"; y
León XIII le otorgó la aprobación definitiva en
1887.
El amor a Dios
impulsaba a María al amor al prójimo, en favor del cual
gastó todas sus energías hasta la muerte. La asistencia a
los enfermos y abandonados en sus domicilios no la de la vida de
oración, pues en su relación íntima con el
Señor y en la filial devoción al Sacratísimo
Corazón de Jesús encontraba la fuerza para su obra
caritativa; sentía también una gran devoción a
María, a la que tenía como modelo de fe y mediadora.
Se preocupaba mucho por sus religiosas, a las que instruía
intelectual y espiritualmente en un espíritu de humildad
profunda. En sus veintidós años de gobierno, formó
a casi quinientas hermanas y fundó noventa casas, distribuidas
en nueve diócesis y en dos vicariatos apostólicos. La
llamaban "la querida madre de todos" y "la samaritana de Silesia".
Murió con fama de santidad y esa fama fue aumentando
después de su muerte. SS Benedicto XVI la beatificó
el 30 de septiembre de 2007.