BEATA MARÍA
LEONIA PARADIS
3 de mayo
1912 d.C.
Nació en L’Acadie, Quebec (Canadá). Nacida de padres
humildes, pobres y virtuosos, captó pronto la belleza de la vida
religiosa, y sin dudar jamás de su llamamiento, pedía con
frecuencia: “Señor muéstrame tus caminos”, para conocer
la forma concreta en que debía servir a la Iglesia. Sus padres
fueron piadosos cristianos de escasos recursos. En 1857, profesó
en la Hermanas de la Santa Cruz y se dedicó a la
enseñanza. Realizó trabajos al servicio del
prójimo, en Nueva York e Indiana y en el colegio canadiense de
Memramcook. Fundó las Hermanas de la Sagrada Familia para
el servicio doméstico de los sacerdotes.
Descubrió y propuso
a sus hijas espirituales un compromiso especial: el de servir en
centros de educación, en seminarios y casas de sacerdotes. No
temía las diversas formas de trabajos manuales, que es la tarea
de muchas personas hoy en día y fue honra de la Sagrada Familia
y de la vida misma de Jesús en Nazaret. En ello vio precisamente
la voluntad de Dios para su vida. Sabía que se unía a la
actitud fundamental de Cristo “venido no para ser servido, sino para
servir”. Estaba invadida plenamente por la grandeza de la
Eucaristía y por la grandeza del sacerdocio al servicio de la
Eucaristía; en ésta tuvo uno de los secretos de sus
motivaciones espirituales. Tras una vida santa y llena de celo
apostólico, murió en Sherbrooke, Quebec. Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II
el 11 de septiembre de 1984.