BEATA MARÍA
INÉS TERESA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
22 de julio
1981 d.C.
Manuelita de Jesús Arias Espinoza, nació en Ixtlán
del Río, Nayarit (México). En 1924, en la ciudad de
Colima, sufre una apendicitis. En la Ciudad de Guadalajara se
hospedó para ser atendida por el médico en casa de su
prima, quien le proporcionó el libro de la vida de Santa
Teresita, cuya lectura despertó en ella vivo deseo de santidad.
Durante la terrible
persecución religiosa en México, el día de fiesta
de Cristo Rey, se consagró al amor misericordioso de Dios como
víctima de holocausto ofreciendo su vida por la salvación
de México, tomando la decisión de ingresar a la vida
religiosa a pesar de las circunstancias.
Antes de su ingreso al
claustro, Manuelita continuó viviendo con su familia, sin dar
marcha atrás al plan que Dios tenía sobre ella.
Logró después de una serie de pruebas y sufrimientos, lo
que tanto anhelaba su corazón; en 1929 ingresó al
monasterio de las Clarisas, que, a causa de la persecución
religiosa, se encontraba expatriado en Los Angeles California. "Vengo a
ser por fin y para siempre tuya, Jesús mío, me entrego
con todas las fuerzas de mi alma" Manuelita recibe el nombre de Sor
María Inés Teresa del Santísimo Sacramento. En
1930 hizo su primera profesión temporal; este día
escuchó en su alma que la Santísima Virgen de Guadalupe
le decía:
"Si entra en los
designios de Dios servirse de ti para las obras de apostolado, me
comprometo a acompañarte en todos tus pasos, poniendo en tus
labios la palabra persuasiva que ablande los corazones, y en
éstos la gracia que necesiten; me comprometo además , por
los méritos de mi Hijo, a dar a todos aquellos con los que
tuvieres alguna relación , aunque sea tan solo en
espíritu, la gracia santificante y la perseverancia final".
En el año de
1933 se consagró al Señor emitiendo los votos perpetuos,
siete años después, siendo consejera del monasterio,
expuso a la Madre abadesa sus inquietudes y deseos de fundar una
congregación misionera. Todos los pasos para la fundación
se fueron dando en la obediencia, en la paz y en la oración,
aunque con grandes pruebas interiores para la madre María
Inés. El Excelentísimo Sr. Obispo de Cuernavaca Morelos
México: Dr. Don Francisco González Arias, se dignó
aceptar la fundación en su diócesis de un monasterio con
miras a transformarse en una nueva congregación misionera.
No faltaron las
tribulaciones y pruebas durante estos años de vida oculta donde
se fraguaba la naciente congregación misionera. En 1945 fue
aprobada en Roma la fundación, con sede en Cuernavaca Morelos,
México; el mismo día es colocada la primera piedra de la
Casa Madre.
La obra siguió
creciendo en todos sentidos. En 1950 Madre María Inés
escribió lasConstituciones de la
congregación, que deja a manera de testamento, expresando
así la voluntad del Señor para todas sus hijas. "Hijas,
lo que aquí queda establecido es lo que nos identifica como
Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento." En 1951, los dos
monasterios, el de Cuernavaca y el de Puebla se transforman con
aprobación pontificia en la Congregación de Misioneras
Clarisas del Santísimo Sacramento. La Madre María
Inés Teresa fue nombrada primera superiora general, y lo
sería hasta el término de su vida.
Es su deseo llevar a
todo el mundo el mensaje del amor de Dios siguió
extendiéndose la congregación en México,
Japón, Estados Unidos, Costa Rica, Indonesia, África,
Italia, Irlanda, España, Corea, Alemania...
Madre María
Inés Teresa Arias, misionera sin fronteras, llevó una
vida de contemplación y acción, consumada en la
alegría, la entrega a Dios y sus hermanos. Fue fundadora de la
Congregación de Misioneras Clarisas del Santísimo
Sacramento y de los misioneros seglares Van-Clar; ya en sus
últimos años de vida, fundó también el
Instituto de Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal.
En una tarde tranquila de verano en Roma, entregó su alma al
Padre Eterno en un acto de amor. Fue beatificada en
México el 21 de abril de 2012, en una ceremonia presidida por el
Card. A. Amato, legado de SS Benedicto XVI.