BEATAS MARÍA
DEL PILAR DE SAN
FRANCISCO DE BORJA, TERESA DEL NIÑO JESÚS Y MARÍA
ANGELES DE SAN JOSE
24 de julio
1936 d.C.
Eran tres monjas
carmelitas descalzas: Sor María Pilar de San Francisco de Borja,
Sor Teresa del Niño Jesús y de San Juan de la Cruz y Sor
María Ángeles de San José. Se encontraban en
el convento de San José de Guadalajara. Al estallar la guerra
civil, todas las monjas del convento pidieron al Señor el
martirio. Habían salido de la clausura dos días antes,
cuando los milicianos tomaron Guadalajara. Iban vestidas de seglares.
Van buscando un refugio, y en el camino son descubiertas. "Son monjas.
Disparad sobre ellas", grita un miliciano. Inmediatamente las disparan
sin más.
María de los
Ángeles cayó sobre el bordillo de la acera sin vida.
María del Pilar cayó en un charco de sangre, la volvieron
a disparar, la apuñalaron hasta dejarle el riñón
al descubierto. Un guardia de asalto ordenó que fuera llevada al
hospital. En una de las camas murió diciendo: "Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen".
Teresa del Niño Jesús, al oír el tiroteo,
logró escapar. Corrió aturdida hasta encontrarse con un
individuo que, prometiendo protegerla, la quiso violar. Los asesinos
lograron dar con ella. En un supremo intento de huida, con las manos en
alto, cayó de bruces sobre piedras del camino, fulminada por una
descarga seca, mientras gritaba: ¡Viva Cristo Rey! Medía
hora más tarde apareció el cadáver en el interior
del cementerio.