BEATA MARÍA DE LOS ANGELES GINARD MARTI
1936 d.C.
26 de agosto



   Nació en Llucmajor, Mallorca (se llamaba Ángela) en el seno de una familia de funcionarios, su padre fue capitán de la Guardia civil. Su niñez transcurrió en Llucmajor, Palma y Benisalem. En este pueblo hizo su primera comunión, hecho que la influyó mucho en su vida de piedad. Su juventud la pasó en Palma de Mallorca, donde se puso a trabajar como bordadora y confeccionar sombreros de señoras para ayudar económicamente a su numerosa familia. Al mismo tiempo se ocupó de las labores de su casa y a enseñar los principios de la religión cristiana a sus hermanos menores. Se levantaba temprano para asistir a la Eucaristía y realizó otras devociones religiosas.

   A los 20 años quiso ingresar en el monasterio de las jerónimas de San Bartolomé de Inca. Sus padres le aconsejaron que era muy joven, que se lo pensara bien y dejara la decisión para más tarde, Ángela comprendió que sus padres necesitaban el dinero que ganaba y decidió esperar. Transcurridos algunos años, la situación económica de la familia cambió, y con el permiso paterno, no sin disgusto, ingresó en el convento de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico de Palma de Mallora en 1921. Durante su estancia en el convento se caracterizó por su alegría, piedad, sencillez y caridad hacia sus hermanas. Se ocupó de bordar objetos litúrgicos y preparar a los niños para la primera comunión. Después de profesar y de cambiar su nombre por el de María de los Ángeles, fue destinada a Madrid, luego a Barcelona, y nuevamente a Madrid, donde fue administradora y procuradora del convento.

   Al estallar la guerra civil, se encontraba en Madrid, cuando comenzó la persecución religiosa, y ella consoló a sus hermanas, deseando el martirio, antes de ver incendiados los conventos y las iglesias. En 1936, las religiosas salieron del convento vestidas de seglares. A ella le tocó refugiarse en la vivienda de una familia en la calle Monte Esquinza número 24, pero fue acusada por el portero y los anarquistas la detuvieron a ella y a una hermana de la dueña de la casa, pero María de los Ángeles, llevada por la caridad les dijo: "esta señora no es monja, dejadla, la única monja soy yo". Así salvó a esta señora. La llevaron a la checa de Bellas Artes, al anochecer le dieron el "paseillo" a la Dehesa de la Villa, donde la fusilaron. Está enterrada en el convento de su Congregación en Madrid. Fue beatificada el 29 de octubre de 2005 por SS Benedicto XVI.

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(Parroquia San Martín de Porres)