BEATA MARÍA DEL
DIVINO CORAZÓN DE JESÚS
8 de junio
1899 d.C.
María Ana Droste Zu Vischering nació en el castillo de
Darfeld, en Westfalia, en el seno de una familia de la nobleza. En
1878, después de escuchar una homilía, decidió
consagrarse a Dios. En 1882, se lo comunicó a sus padres que
aprobaron su decisión. En 1888, después de superar varias
dificultades debidas a sus malas condiciones de salud, ingresó
como religiosa de la Congregación las Hermanas de la Caridad del
Buen Pastor en Münster. Tomó el nombre de María del
Divino Corazón de Jesús el día de su
profesión el 10 de Enero de 1889 (el mismo día que el de
santa Teresa de Lisieux).
Tuvo experiencias místicas y desarrolló un
profundo deseo de unión a los padecimientos de Cristo.
Pretendió reparar las ofensas al Sagrado Corazón y expiar
por la salvación de las almas y la conversión de los
sacerdotes. Escribió: "Los dolores, las humillaciones y el
abandono nunca son suficientes para el alma que quiere sufrir por
Nuestro Señor".
En 1894 fue enviada a Oporto, en Portugal, como superiora,
y allí sufrió una mielitis (parálisis en las
extremidades) que la postraron en cama. Su sufrimiento lo
ofreció como reparación de los pecados de los hombres, y
por el amor que se le debía al Sagrado Corazón, al que,
pensaba, tenía que consagrarse toda la humanidad. Le
pidió al papa León XIII que añadiera más
esplendor al culto del Sagrado Corazón de Jesús, el
Pontífice acogió la petición en la
encíclica "Annum Sacrum", María, cumplida su
misión, murió en vísperas del tríduo
decretado para la ocasión. SS. Pablo VI la beatificó
el año santo de 1975, el 1 de noviembre.