BEATA MARÍA DE
LA PASIÓN DE CHAPPOTIN DE NEUVILLE
15 de noviembre
1904 d.C.
Nació en Nantes, Francia, en el seno de una familia de la
nobleza. En 1860 ingresó en el monasterio de las clarisas de
Nantes. En 1861, aún postulante, tuvo una profunda experiencia
de Dios que le invitaba a ofrecerse víctima por la Iglesia y el
Papa. Esta experiencia marcó toda su vida. Enfermó
gravemente y tuvo que dejar el monasterio. Después de su
restablecimiento, su confesor la orientó hacia las religiosas
misioneras en la Congregación de María Reparadora, donde
fue admitida en 1864, y cambió en Toulouse su nombre por el de
María de la Pasión.
En 1865, aún
novicia, fue enviada a trabajar en la India, al Vicariato
apostólico del Maduré, confiado a los jesuitas, donde las
Reparadoras tienen como tarea principal la formación religiosa
de una congregación autóctona y otras actividades
apostólicas. Fue primero superiora local y en 1867, provincial
de los tres conventos de las Reparadoras. Bajo su dirección las
obras se desarrollaron, la paz -un tanto turbada por tensiones
anteriore- se restableció, y florecieron nuevas comunidades.
Pero en el Maduré las disensiones se agravaron hasta tal punto
que 20 religiosas, entre ella Helena, se vieron obligadas, en 1876, a
dejar las Reparadoras.
En 1976, Helena se
dirigió a Roma la regularizar la situación de las 20
hermanas separadas y obtiene del beato Pío IX, en 1877, la
autorización para fundar un nuevo Instituto, especificamente
misionero, y así fundó las Hermanas Franciscanas
Misioneras de María en Maduré, India. Será el
primer instituto misionero femenino.
Los primeros años fueron difíciles, pues estaba bajo
sospecha. Sufrió la humillación de ser destituida, y
rehabilitada un año (1884) después, pero lo hizo en
silencio, pidiendo a sus hijas: “Que nunca se hiera la caridad, por
defenderse”, y afirmando que los que le habían hecho sufrir
“tenían derecho a su agradecimiento”. En 1900 fueron
martirizadas en China 7 hermanas. Este martirio fue para Helena, junto
a un gran dolor, de un inmenso gozo. Agotada por las fatigas incesantes
viajes y el trabajo cotidiano. Murió en San Remo después
de una breve enfermedad. Sus restos se encuentran en el oratorio
privado de la casa general del Instituto de Roma. Fue beatificada
por SS Juan Pablo II el 20 de octubre de 2002.