1580 d.C.
28 de mayo
La Beata María de la
Natividad, en el siglo Anna de Corro, fue consagrada desde los primeros años
al Señor al entrar en el monasterio de la Asunción en Sevilla
(España). Llena de virtud y humildad, se deleitaba continuamente con
visiones celestiales y pasaba mucho tiempo en contemplación alabando
al Señor.
Un gran número de personas se congregaron en el convento para recomendar sus oraciones mientras su santidad se elevaba día a día, hasta que en el año 1580 ascendió del Novio celestial acompañado por una dulce música por sus muchos méritos adquiridos.
Un gran número de personas se congregaron en el convento para recomendar sus oraciones mientras su santidad se elevaba día a día, hasta que en el año 1580 ascendió del Novio celestial acompañado por una dulce música por sus muchos méritos adquiridos.