BEATA MARÍA DE
LA ENCARNACIÓN ROSAL
1886 d.C.
24 de agosto
Vicenta
Rosal nació en Quetzltenango (Guatemala), en el seno de una
familia acomodada. Conoció la Orden betlemita fundada en el
siglo XVI por san Pedro de Bethencour, e ingresó en ella.
Recibió el hábito de manos del último padre
Betlemita, Fray José de San Martín, y toma el nombre de
María Encarnación del Sagrado Corazón.
Insatisfecha con la vida en el Beaterio, pasa al convento de las
"Catalinas", para retornar luego a su "Belén", donde fue elegida
Priora; trata de reformarlo, pero al no lograrlo decide fundar otro
donde se vivan las Constituciones que ella había redactado y que
habían sido aprobadas por el Obispo. Lo logra en Quetzaltenango,
su tierra natal.
Fue elegida superiora general en 1849, y fue la encargada
de de reformarla y extenderla por otros países. En 1855,
la reformadora de la Orden Bethlemita inició formalmente su
trabajo religioso por la comunidad, fundando en Quetzaltenango dos
colegios, pero su obra fue interrumpida al iniciarse la
persecución del gobernante Justo Rufino Barrios (1873-85), quien
expulsó del país a varias órdenes religiosas.
Con el fin de continuar su labor evangelizadora, la
reformadora de la Orden Bethlemita llegó a Costa Rica en 1877.
Ahí fundó el primer colegio para mujeres en Cartago, a 23
kilómetros de esta capital, donde se asienta la Basílica
de la Reina de los Ángeles, Patrona de Costa Rica.
Debió abandonar el país en 1884, cuando los
liberales llegaron al poder, expulsando a las Ordenes religiosas y
pusieron la educación manos laicas. Las religiosas habían
sido expatriadas por otro gobierno liberal, el de Guatemala, a
raíz de los conflictos políticos en ese país que
desencadenaron una fuerte persecución contra los religiosos.
Luego de abandonar Costa Rica, se instaló en Colombia y en la
ciudad de Pasto fundó otro hogar para niñas pobres y
desamparadas. La religiosa es considerada como una de las impulsadoras
de la formación integral de la mujer en el continente
latinoamericano.
La infatigable peregrina, estableció posteriormente
la Orden Bethlemita en Ecuador, en Tulcán y Otavalo. La madre
María Encarnación falleció tras caerse del caballo
que la transportaba de Tulcán al Santuario de Las Lajas, en
Otavalo. Su cuerpo fue trasladado a Pasto donde se conserva incorrupto
luego de 110 años. Su instituto trabaja actualmente en 13
países. Se la considera la primera perseguida política de
Centroamérica. Fue beatificada el 4 de mayo de 1997 por SS Juan
Pablo II.