BEATA MARÍA DE
JESUS CRUCIFICADO STASZEWSKA
27 de julio
1943 d.C.
Elena
nació en Zloczew (Polonia). Terminado el bachillerato en
Piotrków, decidió hacerse maestra para ayudar a su
numerosa familia, lo que se hizo más necesario cuando murieron
al poco su padre y su madre, y hubo que hacer frente al cuidado de los
hermanos pequeños. Esto le hizo retrasar su ingreso deseado en
una congregación religiosa, lo que no pudo hacer hasta el
año 1921 en que ingresa en las monjas ursulinas de la
unión romana de Cracovia; tenía 31 años.
En esa
congregación ya habían entrado dos hermanas suyas
mayores. El 28 de agosto de ese año tomó el hábito
religioso y recibió el nombre de sor María Clemencia, y
al hacer sus votos al año siguiente añadió a su
nombre «de Jesús Crucificado». Tres años
más tarde emitió los votos perpetuos. Vivió su
vida religiosa con gran espíritu y entrega, ejerció
diversos cargos, sobre todo el de vicaria en los conventos de Siercz,
Zakopane, Gdynia, Czestochowa y Stanislawowo, hasta que en agosto de
1939 fue elegida superiora del convento de Rokiciny Podhallanskie.
Allí estaba cuando la arrestó la Gestapo, y la llevaron,
seis semanas más tarde, al campo de concentración de
Auschwitz-Birkenau. Donde murió a causa de los tormento que la
infligieron a causa de su fe. Ella había dicho que deseaba unir
su sacrificio a las intenciones por las que Cristo se sacrificó
y que lo que deseaba era amar y unirse a la cruz de Cristo. Fue
beatificada por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.