BEATO MARCO DE AVIANO
CRISTOFORI
13 de agosto
1699 d.C.
Se llamaba
Carlo Domenico Cristófori. Nació en Aviano (Friuli), en
el seno de una familia acomodada. Se formó en el colegio de los
jesuitas de Gorizia. El clima épico de guerra que se
libró entonces entre la República de Venecia y el Imperio
tuco, influyó en la vida de Marco, que deseó dar su vida
por la fe, y por ello se marchó de Gorizia y se dirigió a
Capodistria. Allí agobiado por el hambre y las fatigas del
viaje, llamó al convento de los capuchinos. El superior,
además de darle comida, le aconsejó que volviera a casa
de sus padres, pero no lo hizo, sino que ingresó en el noviciado
de los capuchinos de Conegliano y en 1649 emitió la
profesión religiosa con el nombre de Marco de Aviano.
Después de estudiar Filosofía y Teología, fue
ordenado sacerdote en 1655 en Chioggia.
Destacó por su vida de oración y por su
fidelidad a la vida común en la humildad y el ocultamiento. En
1664 fue nombrado predicador y se dedicó al apostolado de la
palabra por toda Italia. En 1672 fue elegido superior del convento de
Belluno, y en 1674 fue nombrado director de la fraternidad de Oderzo.
En 1676, fue enviado a predicar al monasterio de San Prosdócimo,
en Padua, donde destacó por sus dones taumatúrgicos.
También en Venecia fueron testigos de sus milagros. Sin turbarse
por ello siguió con suma sencillez su apostolado de la palabra.
La fama de taumaturgo hizo que fuera requerida su presencia,
especialmente por reyes y soberanos.
En los últimos 20 años de su vida, tuvo que
viajar por toda Europa. Mantuvo una relación especial con el
emperador Leopoldo I de Austria. Participó en la cruzada anti
turca en calidad de legado pontificio y de misionero apostólico.
Contribuyó de manera especial en la liberación de Viena
del asedio turco en 1683. De 1683 a 1689 tomó parte en las
campañas militares de la defensa y liberación de Buda y
de Belgrado, asistiendo espiritualmente a los soldados. En los
años siguientes realizó una gran actividad para
restablecer la paz en Europa, sobre todo entre Francia y el Imperio. En
1699 emprendió su último viaje hacia la capital del
Imperio. Su salud se resintió y murió en Viena, rodeado
del Emperador Leopoldo y su mujer y de recibir la bendición
apostólica del Papa Inocencio XII. Fue beatificado por SS Juan
Pablo II el 27 de abril de 2003.