1555 d.C.
Marcelo
Cervini, Cardenal de la Santa Cruz de Jerusalén, reinó
pocas semanas, pero dejó un gran recuerdo. Anuló todos
los festejos relacionados con la elección y prohibió a su
familia acercarse a Roma. Fue amigo de Miguel Ángel, que
apreciaba sus conocimientos relacionados con la arquitectura, y de
ocupó de la Biblioteca Vaticana. Palestrina escribió en
su recuerdo la Missa Papae Marcelli, una de las obras musicales
más famosas de la catolicidad. Una hermana de Marcelo II fue la
madre de San Roberto Belarmino. Jacobo Pontormo pintó el retrato
de este Papa santo, al que lloraron todos los partidarios de una severa
reforma de la Iglesia.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)