SAN MANUEL GONZÁLEZ
GARCÍA
4 de enero
1940 d.C.
Nació de Sevilla en
el seno de una familia piadosa. Fue seise de la catedral hispalense. En 1901,
fue ordenado sacerdote por el beato Marcelo Spinola, cardenal arzobispo de
Sevilla. Pero su vida giraba en torno a la Eucaristía: su gran preocupación
fueron los sagrarios abandonados. En Palomares del Río (Sevilla) comenzó
su ministerio sacerdotal, y allí ante un sagrario abandonado le marcó
para toda su vida, dedicándose desde entonces a propagar la devoción
a la Eucaristía.
Fue nombrado arcipreste en
Huelva en 1905, y allí se dedicó a la promoción de obras
de atención social, especialmente escuelas y asociaciones obreras.
En 1907, fundó su primera revista de catequesis eucarística:
el "Granito de Arena", así como "RIE (Revista Eucarística)"fundada
en 1937.
Con 38 años, fue nombrado
obispo auxiliar de Málaga (1916), y luego sucedió al obispo
residencial en la sede malacitana (1920). Aquí comenzó una
importante obra social, como la organización de la Confederación
Nacional Católica Agraria, la creación de las escuelas católicas.
Para impulsar el culto y el amor a la Eucaristía, fundó varias
asociaciones: las Marías de los Sagrarios para las mujeres, los Discípulos
de San Juan para los Sagrarios Calvarios, para los hombres, y la rama infantil,
los niños reparadores. Las distintas ramas que viven esta espiritualidad
forman hoy la UNER: Unión Eucarística Reparadora. Pero su gran
obra fue la fundación de la Congregación de las Misioneras
Eucarísticas de Nazaret, en 1921. Fundó también los
Misioneros Eucarísticos.
Para muchos, su obra más
importante, fue en 1924, la erección del Seminario diocesano, iniciando
una importante labor de renovación del clero bajo las directrices del
concilio Vaticano I y de Trento. La espiritualidad estaba centrada en los
sacramentos del Bautismo y el Orden sacerdotal. Fruto de este seminario, fueron
diez mártires durante la Guerra civil española. En 1931, abandonó
Málaga, por el asalto que había sufrido el palacio episcopal,
y dirigió la diócesis desde Gibraltar y sufriendo por el destino
del clero (el 47% del clero fue asesinado). En 1933 fundó la Institución
de Misioneras Auxiliares Nazarenas.
En
lugar de regresar a Málaga, el papa le nombró obispo de Palencia
en 1935. Como párroco y obispo mantuvo un contacto sencillo y permanente
con las clases populares, especialmente los niños. Su finalidad fue
mantener en el mundo el espíritu eucarístico-reparador, combatiendo
por todos los medios posibles el olvido y abandono de la Eucaristía.
Murió en Madrid, y pidió ser enterrado junto a un sagrario "para
que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida,
estén diciendo siempre a los que pasan: Ahí está Jesús,
ahí está, ¡No lo dejéis abandonado!". Está
enterrado en la catedral palentina. San Juan Pablo II lo beatificó
el 29 de abril de 2001 en la Plaza de San Pedro.