BEATO MANUEL DOMINGO Y
SOL
25 de enero
1909 d.C.
Nació en Tortosa, en el seno de una familia cristiana; su madre
fue quien le educó en la vida de fe y en la entrega hacia los
más pobres. Ingresó en el seminario de Tortosa, donde
estudió Filosofía, Teología y Derecho. Ordenado
sacerdote en 1860, marchó a la universidad de Valencia para
doctorarse en Teología. Desempeñó varios cargos
parroquiales: párroco en La Aldea y en la iglesia de Santiago de
Tortosa. En 1864, pasó como profesor de religión al
instituto de Tortosa donde descubrió a la juventud estudiantil y
dirá: "La juventud ha sido el ideal de mi vida".
El Obispo le
encomendó trabajar con la juventud. Trabajó asiduamente
con la juventud estudiantil y artesana. Les llevó en
peregrinación a Roma con motivo del centenario de san Luis
Gonzága. Trabajó también con las religiosas de
clausura, fundando tres monasterios (Vinaroz, Val d’Uxo,
Benicarló) y suscitó vocaciones contemplativas. En 1881,
fundó "El Congregante de San Luis", la primera revista
juvenil apostólica a nivel nacional. Se dedicó a la
promoción de vocaciones. Fue un hombre incansable y desde sus
años de estudiante "no sabía qué era sobrarle el
tiempo". Tuvo como lema "No estamos destinados a salvarnos solos".
Trabajó con su amigo el Beato Enrique de Ossó en el
semanario "El amigo del pueblo".
Un día se
encontró con un pobre seminarista, Ramón Valero, que se
veía obligado a estudiar como externo en unas condiciones de
miseria. Este hecho le hizo reflexionar mucho, y decidió dedicar
su vida a la formación de los seminaristas. "El Señor me
ha dado a gustar consuelos y sinsabores en el ministerio. Pero de todo
esto, el fomento de las vocaciones sacerdotales es lo que forma y
formará mi gozo y mi corona". En 1873, fundó en Tortosa
el colegio de San José para aspirantes al sacerdocio y, 10
años más tarde, la Hermandad de Sacerdotes Operarios
Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús, con la
misión especial de consagrarse a la formación sacerdotal.
A partir de 1897, por encargo de muchos obispos tuvo que encargarse de
muchos seminarios diocesanos de España. Fundó colegios de
San José en Valencia, Murcia, Orihuela, Plasencia,
Almería, Burgos y Toledo. En 1892, fundó en Roma el
colegio de San José o Colegio Español, en un ambiente
lleno de contrariedades y oposiciones. Para la intercomunicación
de los seminarios y colegios diocesanos de vocaciones fundó la
revista "El Correo Josefino".
Le cabe la honra de ser el primer eclesiástico español
que concibió y realizó un plan a gran escala para
reformar el sombrío panorama de los seminarios españoles.
Devotísimo del Sagrado Corazón, se fijó en el
aspecto de la Reparación y por ello levantó en Tortosa el
templo de la Reparación, donde hoy descansan sus restos.
Falleció en Tortosa. Es declarado venerable por el Papa
Pablo VI, el 4 de Mayo de 1970, con la denominación de
«Santo Apóstol de las Vocaciones», y el 29 de marzo
de 1987 es beatificado por el Papa Juan Pablo II.