BEATA MAGDALENA
CATALINA MORANO
26 de marzo
1908 d.C.
Nació
en Chieri, Turín, en el seno de una familia de clase alta venida
a menos. Durante las guerras de la unificación italiana, la
familia se trasladó a Buttigliera de Asti. En 1855, murió
su padre como consecuencia de la guerra; y a los 9 años,
Magdalena ayudó a su madre como tejedora.
En 1864,
consiguió el título de maestra y trabajó como tal;
en 1866, fue nombrada profesora de la escuela municipal de Montaldo
Torinese, donde se distinguió por su trabajo y por su
comportamiento apostólico. Se convirtió pronto en punto
de referencia, y consiguió que el pueblo se preocupara por los
pobres ancianos, enfermos. En 1874 fundó la Unión
Pía de las Hijas de la Inmaculada, dedicada a la
educación espiritual de las jóvenes más
entregadas. Fue una educadora ejemplar de la mujer pobre en tiempos de
opresión y marginación social para convertirla a
través de la cultura y la formación religiosa.
En 1878, por
consejo de san Juan Bosco, ingresó en el Instituto de las Hijas
de María Auxiliadora y fue recibida por santa María
Dominica Mazzarello. Hizo el siguiente propósito: "Nunca
pondré obstáculos a la gracia cediendo al egoismo
personal". Al año siguiente fue enviada a Trecastagni, Catania,
Sicilia, para hacerse cargo del orfanato femenino en malas condiciones.
En la isla fundó numerosas escuelas durante 26 años; fue
nombrada superiora de la comunidad, siendo siempre una madre para todas
las religiosas. Fue nombrada superiora de la provincia de Sicilia y el
cardenal de Catania, san José Benedicto Dusmet dijo que "no
había conocido a una religiosa tan activa, tan piadosa y afable
como madre Morano". Se le confió la acción
catequética de la diócesis de Catania. Murió en
Catania de un tumor y su lema fue "instruir, pero formando el
corazón". Fue beatificada por SS. Juan Pablo II el 5 de
noviembre de 1994.