BEATA MAGDALENA ALBRICI
13 de mayo
1465 d.C.
Nació en Como y era hija de Nicola Albrizzi, máximo
magistrado de Como. Se hizo religiosa en el monasterio de Sant'Andrea
en Brunate. Cuando fue elegida abadesa, muchas vocaciones femeninas la
siguieron, y con ayuda de Blanca, duquesa de Milán introdujo la
regla de los ermitaños de San Agustín, reformando el
monasterio de Sant'Andrea hacia una mayor austeridad y una mayor
pobreza. Vivieron en una auténtica pobreza que las hizo ser la
admiración de su tiempo. Fue notable su empeño en
promover la comunión frecuente entre sus monjas. En 1455, la
comunidad fue acogida en la Congregación Agustiniana de
Lombardía, lo cual fue definitivamente aprobado por el Papa
Pío II el 16 de julio de 1459.
Consideraba como una de sus mayores satisfacciones
pertenecer a la Orden Agustiniana y estar bajo su jurisdicción.
Enamorada de la espiritualidad agustiniana, fue una admirable
propagadora de la vida agustiniana. Unió a muchas consagradas,
que hacían vida común, a la Orden. Así se
acrecentó la familia agustiniana con un considerable
número de monasterios.
A las hermanas que estaban a su cargo las incitaba a una mayor
perfección en las virtudes, prefiriendo siempre obedecer que
mandar, ser súbdita que superiora. También se le atribuye
la fundación de una fraternidad de agustinos seculares en Como.
Sobresaliendo en la pureza de vida y en la caridad con
todos, murió después de una dolorosa enfermedad en Como.
Sus restos se conservan en la catedral de Como. Fue confirmado su
culto el 10 de diciembre de 1907 por San Pío X.