BEATA MAFALDA
1 de mayo
1252 d.C.
Hija de Sancho I, rey de Portugal y de Aldonza de Aragón, era
hermana de las Beatas Teresa de Portugal y Sancha. Fue dada en
matrimonio al jovencísimo Enrique I, hijo de Alfonso VIII de
Castilla, después de la batalla de las Navas de Tolosa (1215),
su matrimonio fue declarado nulo por la consanguinidad de los esposos.
El esposo murió un año después, y ella, que
contaba con 13 años, entró en el convento de benedictinas
de Arouca, en 1228.
Como la disciplina religiosa estuviese muy relajada, Matilde
persuadió a la comunidad para que adoptase la regla
cisterciense. Vivió en el convento silenciosamente durante 40
años, entregada a las obras de caridad con los pobres y
desamparados. Entre otras cosas, restauró la catedral de Oporto,
fundó un albergue para peregrinos, construyó un puente
sobre el Talmeda e instituyó una fundación para el
sostenimiento de doce viudas, en Arouça.
Cuando comprendió que se aproximaba su última hora,
pidió que la recostasen sobre un montón de ceniza. Sus
últimas palabras fueron: «Señor, espero en
Ti». Su cuerpo resplandeció con un brillo misterioso y,
cuando lo desenterraron, en 1617, estaba tan fresco y flexible como si
acabase de morir. Su cuerpo se conserva incorrupto en el monasterio de
Arouca. El culto a Santa Mafalda fue confirmado en marzo de 1793 por el
Papa Pío VI. Patrona de Arouca.