BEATO LUIS
MARTÍN
29 de julio
1894 d.C.
Nació en
Burdeos en el seno de una familia de honda reigambre militar.
Terminados los estudios, no se inclinó hacia la vida militar,
sino que quiso aprender el oficio de relojero. A los veintidós
años sintió el deseo de consagrarse a Dios en la vida
religiosa. Para ello, se dirigió al monasterio del Gran San
Bernardo, con intención de ingresar en esta Orden, pero no fue
admitido porque no sabía latín. Con gran valor se
dedicó a estudiarlo durante más de un año, con
clases particulares; pero, finalmente, renunció a ese proyecto.
En
Alençon puso una relojería. Sus padres, tras la muerte de
los otros hijos, vivieron siempre con él, incluso después
de su matrimonio con la beata Celia Guérin. Hábil en su
oficio, tenía amigos y conocidos con los que le gustaba pescar y
jugar al billar, y era apreciado por sus cualidades poco comunes y por
su distinción natural.
En 1858, se casó con la beata Celia Guerín. Llevaron una
vida matrimonial ejemplar: misa diaria, oración personal y
comunitaria, confesión frecuente, participación en la
vida parroquial. De su unión nacieron nueve hijos, cuatro de los
cuales murieron prematuramente. Entre las cinco hijas que
sobrevivieron, Teresa, la futura santa patrona de las misiones, es una
fuente preciosa para comprender la santidad de sus padres: educaban a
sus hijas para ser buenas cristianas y ciudadanas honradas. Celia
murió de un tumor en 1877.
Luis se encontró solo para sacar adelante a su
familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía el hermano
de Celia; de este modo la tía Celina pudo cuidar de las hijas.
Entre 1882 y 1887 Luis acompañó a tres de sus hijas al
Carmelo. El sacrificio mayor fue separarse de Teresa, que entró
en el Carmelo a los 15 años. Luis tenía una enfermedad
que lo fue invalidando hasta llegar a la pérdida de sus
facultades mentales. Fue internado en el sanatorio de Caen donde
murió.Los esposos fueron beatificados por SS Benedicto XVI el 19
de octubre de 2008, en Lisieux (Francia).