VENERABLE LUIS
MARÍA BAODOUIN
1835 d.C.
12 de septiembre
Louis Marie
Baudouin fue un sacerdote francés, restaurador de los seminarios
después de la Revolución Francesa y Fundador de dos
congregaciones religiosas (las Ursulinas de Jesús en 1802 y los
Hijos de María Inmaculada en 1804). Ha sido declarado Venerable
por el Papa Benedicto XVI el 20 de diciembre de 2012. Se encuentra en
proceso de beatificación.
Nació el 2 de agosto de 1765, en Montaigu, un
pequeño pueblo de la Vendée, Francia, fue bautizado en la
parroquia San Juan Bautista de su pueblo natal y creció en el
seno de una familia pobre, siendo el 8º y último hijo de
Jean Baudouin y Marie Blanchard. Pasa sus años de infancia y
adolescencia en contacto con gente sencilla. En 1789 es ordenado
sacerdote y en Montaigu celebra su primera Misa en medio de una
difícil situación política: el estallido de la
Revolución Francesa
La Constitución Civil del Clero, decretada por el
gobierno en la época de la revolución, obliga a los
sacerdotes a no obedecer al Papa. Muchos deciden irse fuera del
país. Son cerca de siete mil sacerdotes que emigran a
España. El 14 de septiembre de 1792, el padre Boudouin y su
hermano, también sacerdote, se dirigen a Zaragoza pasando por
Tolosa y Pamplona, donde residía el obispo de La Rochelle. Pocos
meses pudieron permanecer en Zaragoza, pues el 2 de noviembre de 1792
sale una orden que prohíbe a los inmigrantes vivir en Madrid o
en las capitales de provincias; y tras emprender otro largo viaje,
llegan a Valencia después de la navidad de ese año.
El 7 de marzo de 1793 se declara la guerra entre Francia y
España, y en abril, el gobernador de Valencia expulsa a todos
los sacerdotes franceses que están en su provincia. Decide
emprender otro camino junto a Monseñor Paillou y otros
dieciséis sacerdotes, entre ellos su hermano Pierre,
quién al llegar a Madrid se enferma por lo que deciden separarse
del grupo. El 18 de mayo de 1793 se instalan en Toledo donde
permanecen, Pierre Martin Baudouin hasta su muerte y Louis Marie
Baudouin hasta su vuelta a Francia.
Durante cuatro años permaneció a orillas del
Tajo, fueron años de maduración y de trabajo. En los
atardeceres compartiría con sus amigos sus proyectos y la
Palabra de Dios; así se formó el futuro superior del
seminario y fundador de familias religiosas. El 20 de febrero de 1797,
Monseñor de Mercy envía una carta a Monseñor
Paillou, donde solicita la vuelta de algunos sacerdotes exiliados,
entre ellos se encuentra el Padre Baudouin. Después de muchas
aventuras llega a Francia, en la noche del 14 de agosto de 1797,
disfrazado de marino, desembarca de una nave que transportaba sal, con
su amigo el Padre German Lebedesque.
Pasa dos años de vida clandestina, intentando
reunir a las comunidades cristianas, nadie les traiciona. Los
cristianos hacen lo imposible para frecuentar los sacramentos sin que
el padre Baudouin sea descubierto. Durante el día, en su
refugio, pasaba horas y horas de escucha de la palabra de Dios y de
adoración ante el Sagrario. Muchas veces por las noches,
salía de su refugio y, disfrazado de marino, iba a visitar a los
enfermos acompañado de pescadores, que volvían de sus
trabajos.
El 15 de agosto de 1798, ciento setenta y un seglares,
convocados por el padre Baudouin, se consagran a María. Poco a
poco la comunidad cristiana iba creciendo. El 13 de enero de 1800, fiel
a su llamado a anunciar el evangelio entre los más pobres,
decide fundar una congregación de sacerdotes religiosos, para
evangelizar zonas rurales y ciudades y reconstruir los destrozos que
dejó la revolución... y mujeres consagradas para
colaborar con ellos; Así, en su refugio hace su
consagración religiosa junto a su amigo el padre Lebedesque.
Este mismo año Napoleón Bonaparte restablece
la libertad de culto en Francia. Así el padre Baudouin
salió de su refugio, conocido por sus seguidores como "La
Escondite" y viaja a La Jonchère cuyo párroco
continúa en el exilio. En esta población atiende
diecisiete parroquias. En mayo de 1801 el párroco de Chavagnes
cae enfermo y expresa su voluntad de que el padre Baudouin le suceda.
Llegó hasta aquí el 31 de julio de 1801 y, un año
más tarde, el 2 de julio de 1802, su gran amiga Charlotte
Ranfray y cinco amigas más atendieron a la llamada del Padre
Baudouin. La vida espiritual de Chavagnes resucita y Charlotte cambia
su nombre por el de "sor Saint Benoit" y es superiora de la nueva
congregación de las "Hijas del Verbo Encarnado", hoy conocidas
como Ursulinas de Jesús.
El Padre Baudouin estaba, para esta época muy
preocupado por la falta de sacerdotes y decidió comenzar la
restauración del seminario de Chavagnes, reunió a unos
pocos jóvenes interesados y comenzó la formación.
Fue el primer seminario que cobró vida en la región. En
1805 fue nombrado superior de este seminario, los alumnos le escuchaban
con especial atención, decían entre si que cuando el
padre Baudouin contaba la vida de Jesús, parecía que la
estuviera viviendo. Varios sacerdotes, amigos suyos, se unieron a
él, dispuestos a vivir juntos y a congregarse como Religiosos
del Verbo Encarnado En seis años, el seminario ya contaba con
tres cientos jóvenes y ya comenzaba a caminar la
congregación masculina.
El 15 de noviembre de 1811, se decretó que ninguna
escuela superior eclesiástica podía estar en zonas
rurales. Entonces el obispo pidió pasar el seminario a La
Rochelle. Este fue un duro golpe para el Padre Baudouin, quien tuvo que
dejar a las hermanas solas y atenderlas a distancia a través de
cartas a la Madre de Saint Benoit. Tiempo después el obispo de
Luçon lo nombró Vicario General y superior del seminario,
cargo que tuvo hasta 1825, cuando renunció por enfermedad.
Ya anciano vio brotar la semilla que creía muerta:
la congregación de religiosos que tuvo que abandonar por sus
responsabilidades en el seminario. Louis Marie Baudouin murió el
12 de febrero de 1835, a la edad de 70 años. Los Religiosos del
Verbo Encarnado recordaban sus últimas palabras: "María
es vuestra madre", y las Ursulinas de Jesús: "La caridad es un
amor sin medidas... ámense unas a otras". El 20 de diciembre de
2012 el Papa Benedicto XVI reconoció sus virtudes heroicas
mediante un Decreto por el que le dio el título de Venerable.