Parece que
nació en Verona hacia el año 1514. Siendo muy joven
demostró una gran caridad y una coherente fe. Revestida con el
hábito de Terciaria de la Orden de los Siervos de María,
vivió en su casa como si viviese en un monasterio,
consagrándose a Dios en el mundo su virginidad. Profundamente
devota de la Pasión de Cristo y de María tuvo siempre una
gran atención hacia los que sufrían.
Ningún
enfermo quedó sin ser atendido por su caridad; cada día
se acercaba al hospital de la Misericordia donde pasaba muchas horas
con los enfermos, consolándolos, curándolos..., sin
importarle lo repugnantes que pudieran ser las llagas. Iba
acompañada de su hermana Bárbara, también
Terciaria servita, y juntas fueron, en Verona, una referencia para los
enfermos, especialmente ella que demostró un gran
heroísmo.
Mayormente
esto se demostró en el grave contagio de la peste que se
abatió en Verona. Ella jamás se cansó de ir por
todos los sitios ayudando y animando... y toda Verona vio en esta
humilde Terciaria consolar a los apestados a costa de su vida. Se
contagió de la enfermedad y murió de ella y sus devotos
tienen experiencia de su potente intercesión sobre las
enfermedades contagiosas.