BEATA LUCÍA
BROCADELLI
15 de noviembre
1544 d.C.
Nació en Narni (Umbría), desde su nacimiento fue
favorecida de gracias celestiales. A los 4 años toda su
alegría era entretenerse con una imagen del Niño
Jesús que ella llamaba su “Cristarello”. A los 12 años
hizo voto de virginidad perpétua. Después de que sus
parientes, mediante la violencia, le impusieran un matrimonio no
deseado y por consejo de María y de su confesor, aceptó
casarse con un joven noble, que respetó el voto de Lucía,
aunque puso a prueba su virtud. Durante 5 años Lucía
vivió en la casa conyugal entre lágrimas, oración
y penitencia, hasta que obtuvo de su marido la separación
matrimonial. El esposo ingresó en los franciscanos y ella obtuvo
el permiso de hacerse Terciaria dominica en Viterbo, donde
recibió los estigmas.
En el 1499, por voluntad del Duque de Ferrara, que la tenía como
una santa, y por orden del Pontífice, fue a Ferrara para fundar
un monasterio de la Tercera Orden y fue elegida primera priora del
convento. Muerto el Duque, algunas religiosas, llenas de envidia,
consiguieron que a Lucía se le quitara cualquier privilegio y
por ello fue depuesta; fue tratada con crueldad por su sucesora y
olvidada de todos; así vivió durante 39 años, sin
lamentarse jamás de su desgracia. Sus reliquias se conservan en
la catedral de Ferrara. El culto fue confirmado en 1710 por
Clemente XI.