LOS SACRAMENTALES
Los sacramentales
son signos sagrados, por los que, a imitación en cierto modo de los
sacramentos, se significan y se obtienen por mediación de la Iglesia
unos efectos principalmente espirituales.
Los sacramentales pueden consistir en "cosas" (en el sentido
de cosas materiales) o en "acciones".
Se asemejan a los sacramentos en cuanto:
a) son signos sagrados sensibles, muchas veces con materia y forma;
b) son medios públicos de santificación;
c) producen efectos espirituales.
d) son actos de culto público.
Difieren de los sacramentos en que:
a) los sacramentos son de instirución divina; los sacramentales, de
institución eclesiástica.
b) los sacramentos actún en nombre de Jesús; los sacramentales
por la oración de la Iglesia.
c) los sacramentos son signos de la gracia; los sacramentales, signos de
la oración de la Iglesia.
d) los sacramentos tienen como fin producir la gracia que significan; los
sacramentales, sólo disponen para recibir la gracia (consiguen gracias
actuales), y obtienen otros efectos.
De las "cosas" que son sacramentales, la más importante
es el agua bendita, que es agua bendecida con oraciones contra la presencia
del influjo del demonio.
El agua bendita es una especie de exorcismo que aleja al demonio
y alcanza tranquilidad y segura ayuda. La Iglesia la recomienda mucho, como
protección durante el sueño, contra la presencia del influjo
demoniaco.
Se considera sacramental cualquier objeto bendito: velas, ramas
de olivo, etc.
De las "acciones" que son sacramentales, figuran en primer lugar
las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición
es alabanza a Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los
cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales
(Efesios 1,3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre
de Jesús y haciendo habitualmente la señal de la Santa Cruz
de Cristo.