LOS CUATRO SANTOS MÁRTIRES CORONADOS
8 de noviembre
306 d.C.



   El triunfo de los Cuatro Santos Mártires Coronados: Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino, hermanos, en la Vía Lavicana; los cuales en tiempo del emperador Diocleciano fueron azotados conc cordeles emplomados hasta expirar.

   No habiendo podido por entonces averiguarse sus nombres, que años más adelante se supieron por divina revelación, se ordenó que todos los años se celebrase su festividad en este día, bajo la invocación de los Cuatro Santos Coronados; con cuyo título ha proseguido la Ihlesia honrando su memoria aún después que se descubrieron sus nombres.

   En tiempo del emperador Diocleciano hubo en Roma cuatro hermanos, empleados todos al parecer en oficios honoríficos en Roma, todos cristianos y santos y deseosos de dar la vida por Cristo. Los mandó prender el emperador, y llevar delante de un ídolo de Esculapio; y como los santos hermanos hiciesen burla de él, desnudáronlos, y los azotaron con tal rigor con correas emplomadas, que ente tormento dieron sus almas a Dios.

   Ordenó el tirano que sus cuerpos fuesen echados a la plaza, para que los perros los comiesen; más en cinco días que allí estuvieron no los tocaron, manifestando que los hombres eran más crueles que las bestias fieras. Vinieron los cristianos y tomáronlos secretamente, y los sepultaron en un arenal, en la Via Lavicana, a tres millas de Roma. El Papa Melquiades mandó que se celebrase su fiesta en un día como hoy, el de su martirio, con el nombre de los Cuatro Hermanos Coronados, porque se ignoraban sus nombres; aunque después fue revelado a un santo varón que se llaban Severo, Severiano, Varpóforo y Victorino.

   El Papa Gregorio Magno hace mención de una antigua iglesia de estos Cuatro Mártires de Roma. El Papa León IV el año 841 mandó que fuese reparada, y que se trasladasen a ella las reliquias de estos Mártires desde el cementerio en que estaban en la Via Lavicana. Habiendo sido después consumida en un incendio, la volvió a edificar Pascual II, en cuya ocasión fueron descubiertas las reliquias debajo del altar en dos ricas urnas, la una de pórfido y la otra de mármol serpentino, depositadas ambas en una bóveda. En el mismo sitio fue erigido otro nuevo altar, y volvieron a encontrarse las reliquias en la misma situación en tiempo de Paulo V. Esta iglesia es título muy antiguo de Cardenal presbítero.

   Los Santos Mártires Claudio, Nicostrato, Sinforiano, Castorio y Simplicio, cuya memoria celebra la Iglesia el mismo día con los Cuatro Santos Mártires Coronados, padecieron en la misma persecución, y fueron sepultados en el mis mo cementerio.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)