BEATO LORENZO HUMPHREY
7 de julio
1591 d.C.



   En Winchester en Inglaterra, Beatos mártires Rogelio Dickenson, sacerdote, y Rodolfo Milner, agricultor y padre de familia, pobre y analfabeto, pero firme en la fe, los cuales bajo la reina Isabel I fueron capturados juntos y ejecutados con el suplicio del patíbulo. Junto a ellos se hace memoria del beato Lorenzo Humphrey, joven, que por abrazar la fe católica murió ahorcado en el mismo lugar en un día desconocido.

   Lorenzo Humphrey era un joven de buena conducta, educado en el protestantismo. El P. Stanney le convirtió a la fe católica durante una discusión. El jesuita dejó un corto escrito en el que alaba mucho las virtudes de su neófito, el celo con que instruía a los ignorantes y la solicitud con que atendió a sus compañeros de prisión. Cierta vez, Lorenzo Humphrey cayó gravemente enfermo y en su delirio decía que «la reina era una prostituta y una hereje». Cuando esto llegó a oídos de las autoridades, el beato fue encerrado en un calabozo de la prisión de Winchester, aun antes de haber recobrado del todo la salud. En el juicio confesó que era católico, pero negó haber pronunciado palabras injuriosas contra la reina. A pesar de ello, fue ahorcado, arrastrado y descuartizado. Tenía veintiún años al morir. La fecha exacta del martirio del beato Lorenzo Humphrey se desconoce.

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(Parroquia San Martín de Porres)