BEATO LADISLAO FINDYSZ
1964 d.C.
21 de agosto
Nació en Kroscienko Nizne cerca de Krosno (Polonia), en el seno
de una familia campesina de profunda tradición católica.
En 1927 ingresó en el seminario mayor de Przemysl, donde
estudió Filosofía y Teología. Su formación
sacerdotal tuvo lugar bajo la dirección del rector, el beato
Juan Balicki. En 1932 fue ordenado sacerdote.
Asumió el cargo de segundo vicario parroquial en la
parroquia de Boryslaw (en la actual Ucrania). En 1935 fue nombrado
vicario parroquial de Drohobycz (hoy pertenece a Ucrania), y en 1937
fue trasladado, también como vicario, a la parroquia de Stryzow,
donde en 1939 fue nombrado administrador de la misma. En 1940 fue
nombrado vicario en Jaslo y en 1941 el de administrador de la parroquia
de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Zmigrod Nowy, siendo
párroco de la misma al año siguiente. Durante la guerra,
en 1944, como todos los habitantes del pueblo fue expulsado por los
alemanes. A su regreso en 1945, se dedicó a reorganizar su
parroquia.
Después de la guerra, bajo el gobierno comunista,
fueron tiempos difíciles para su misión pastoral, a la
que se entrega para salvar a los jóvenes del adoctrinamiento
ateo; ayudó a sus expensas a familias de cualquier nacionalidad
o confesión y salvó a muchos greco-católicos de
Lemki, perseguidos por los comunistas.
Sus actividades fueron incómodas para las
autoridades soviéticas y en 1946 fue vigilado por los servicios
secretos. En 1952, las autoridades académicas lo suspendieron
del ejercicio de la enseñanza de la catequesis de la escuela;
además no se le permitió trabajar en el territorio
parroquial que estaban al otro lado de la frontera. Fue nombrado en
1962 arcipreste de Nowy Zmigrod. En 1963 inició la actividad
pastoral de las "obras conciliares de bondad" (para el mantenimiento
espiritual del Concilio Vaticano II), enviando cartas a los feligreses
en situación religiosa y moral irregular. Las autoridades
comunistas lo acusaron de obligar a los fieles a prácticas y
ritos religiosos. En 1963 fue arrestado y conducido al castillo de
Ezeszow y fue condenado a dos años y seis meses de
prisión. Fue públicamente desacreditado, calumniado y
condenado a través de publicaciones falsas en la prensa. En la
cárcel fue sometido a malos tratos, humillaciones
físicas, psiquicas y espirituales. En 1964 fue trasladado a la
cárcel central de la calle Montelupich de Cracovia. En la
cárcel se le operó de tiroides que le dejó mal
parado, y que se le complicó con un carcinoma de exófago
que no le trataron, y le dejaron que se muriera lentamente sin
asistencia médica.
La curia episcopal, de varios e infroctuosos intentos,
logró su liberación en 1964 y regresó a su
parroquia de Nowy Zmigrod. Con gran paciencia y sumisión a la
voluntad de Dios entregó su alma a Dios en su querida parroquia.
Se le considera un mártir de la fe.