BEATA JULIANA DE NORWICH
13 de mayo
1416 d.C.



   Es una de las más célebres místicas de Inglaterra. Nació en el seno de una rica familia, y según parece cuando era niña pidió una muerte temprana: “Estaba cansada de mi vida y molesta conmigo misma, así que tenía la paciencia de seguir viviendo sólo con dificultades...”. Vivió como reclusa en Norwich bajo la dirección espiritual de los benedictinos de la ciudad; su libro "Revelación del Amor Divino"todavía se publica y es una de las más bellas obras espirituales en lengua inglesa, y en ella nos revela que en 1373, con 30 años de edad, aquejada de una enfermedad mortal, fue curada milagrosamente por una visión de la omnipotente misericordia de Dios, por medio de la muerte redentora de Cristo. Uno de sus dichos más populares fue: “Todo estará bien y todo estará bien y todo tipo de cosas estarán bien”.

   En sus escritos, la relación trinitaria se expresa verbalmente por medio de la totalidad humana, en el sentido de que las metéforas masculinas y femeninas usadas para describir la Divinidad se aplican igualmente a la mujer como al hombre, en cuanto ambos sexos tienen de igual modo la imagen divina. Estableciendo de tal modo un lazo entre la Divinidad y la feminidad, esta culta ermitaña anticipó ese concepto holístico de la imagen divina, propio de la teología del siglo XX, en el que se afirma que tanto mujeres como hombres han sido creados a imagen de Dios, en cuanto seres humanos tanto de un sexo como de otro. Juliana no ha sido nunca beatificada formalmente por la Iglesia católica, pero sí por la Iglesia anglicana.

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(Parroquia San Martín de Porres)