VENERABLE JULIA COLBERT
1864 d.C.
31 de eenero
Julia Colbert (26
jun 1786 a 19 en 1864), Marchesa Falletti di Barolo, era una de las
más carismáticas figuras femeninas de Turín del
siglo XIX.Era una mujer caritativa que estaba preocupado sobre todo
acerca de las malas condiciones de las mujeres en prisión. Ella
también fundó diversas instituciones benéficas y
tenía un estrecho contacto con mucha gente famosa, del rey
Carlos Alberto de Cavour, de Silvio Pellico a Don Bosco.
Nació en Maulévrier, en Vendée
(Francia), y en 1807 se casó con el marqués Trancredi
Falletti de Barolo que también es así en el camino a la
beatificación. La pareja eran muy rico, pero no podía
tener hijos. Ellos decidieron adoptar como propios los pobres en
Turín, una ciudad que fue atrayendo a migrantes del campo.
Turín se servía en ese momento por figuras eminentes,
como el Cottolengo, Cafasso, Don Bosco, Faa di Bruno y con ellos la
pareja Carlo Tancredi y Julia di Barolo.
Inicialmente Oratorio de Don Bosco fue recibido entre las
obras de la marquesa, primero en el Refugio y luego en el Hospital de
San Poco Philomena (de octubre 1844 a mayo 1845). El tiempo que
pasó como director espiritual en las obras educativas de la
marquesa era corto, pero dejó una marca indeleble en Don Bosco.
La marquesa, con su fe sincera y profunda, fuerte personalidad, el
pragmatismo y la franqueza, ayudado Don Bosco para mantener firmemente
sus pies en el suelo; para desarrollar un sistema educativo imbuido de
la caridad, la tolerancia y la paciencia; para dar testimonio de una fe
llena de confianza en los Ángeles de la Guarda y María,
así como la fidelidad al Papa.
La marquesa siempre tenía un gran respeto por Don Bosco y
él y sus obras compatible. En una carta escrita a Don Borel el
18 de mayo de 1846, que describió Don Bosco como "bueno", y
dijo: "Me gustó desde el primer momento y encontré en
él ese aire de recogimiento y la simplicidad de las almas
verdaderamente santos". Con la intuición maternal mujer
sintió que la salud de Don Bosco estaba en riesgo, fatigado como
estaba por la cantidad de trabajo educativo-pastoral que estaba
haciendo. Ella también era justamente preocupados de
salvaguardar las características específicas de la obra
de Don Bosco para los niños.
Julia y Carlo Tancredi son un modelo de la comunión
conyugal perfecta. Dejaron de lado todo su orgullo aristocrático
para mezclar con los pobres, y se centraron en la transformación
de la sociedad para hacer justicia donde más se necesitaba.