BEATOS JUAN Y PEDRO
HATTORIA, MIGUEL Y TOMÁS MITSUISHI
11 de enero
1609 d.C.
En
Yatsushiro (hoy Kumamoto, Japón), murieron por la fe once
cristianos que han sido beatificados: seis en 1603, uno en 1606 y
cuatro en 1609, que son los que conmemoramos hoy. Se trata de
sencilla gente del pueblo: Miguel, (tenía 50 años) con su
hijo Tomás, de trece años; Juan (tenía 39
años) y su hijo Pedro, de cinco años. Son dos
catequistas, con sus hijos. Juan . Mueren decapitados. Todos muestran
alegría, oración y firmeza en la fe. Se conservan algunas
cartas desde la cárcel, donde leían libros de
espiritualidad.
El caso del niño Pedro Hatori, es emblemático. Vestido
con su kimono de fiesta, en el lugar del suplicio se acercó al
cadáver de su padre, martirizado unos momentos antes, se
bajó el kimono de los hombros, se arrodilló, juntó
las manos para orar y presentó su cuello desnudo ante los
verdugos aterrorizados; estos no acertaron en el primer golpe,
hiriéndolo en el hombro y tumbándolo a tierra, de donde
se levantó para seguir arrodillado en oración;
murió decapitado pronunciando los nombres de Jesús y
María. Algo parecido pasó con el niño
Tomás, de trece años, hijo de Miguel; este niño
tenía el brazo izquierdo atrofiado, pero lo levantó con
su brazo derecho para morir en actitud de oración.