BEATO JUAN SEGURA RUBIRA
1936 d.C.
26 de agosto
Cinco días después
de su nacimiento fue bautizado por su tío, el presbítero don
Manuel Rubira Martínez, en la Iglesia Parroquial de san Ginés
de la Jara de su ciudad natal. Du su buen padre, el maestro don Luis, aprendió
el amor para educar a los más pequeños. Siguiendo los pasos
de su progenitor estudió Magisterio, obteniendo con sobresaliente
la carrera en 1899.
En 1921, con treinta y nueve años, dejó su trabajo
de maestro y respondió a la vocación sacerdotal. El Obispo
fray Bernardo Martínez Noval lo ordenó presbítero en
la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Almería el diez de junio
de 1922.
Tan sólo un año después fue nombrado Director
de las Escuelas del Ave María de la Dehesa de la Villa en Madrid.
Monseñor Gutiérrez Caridad, que fue alumno suyo, refería
que: « Con aquella misma autoridad con la que hablaba Jesús
a las buenas gentes, don Juan nos hablaba. Ya fuese su predicación
homilética en la capilla; ya fuese en los avisos generales, o bien
se tratase de su labor escolar de cada día en la clase con los alumnos
mayores, a la que yo, muchísimas veces, asistía como oyente.
»
La furia de la Persecución Religiosa hizo que los milicianos
prendiesen fuego a las escuelas, obligándole a huir. En Alcázar
del Rey, municipio conquense, encontró refugio en el hogar de la maestra
doña Emilia Fernández. Herreros. Para no poner en peligro a
sus anfitriones, junto al Cura Ecónomo del pueblo, marchó al
campo el veinticinco de agosto de 1936.
A las pocas horas fue descubierto por los milicianos y martirizado
a sus cincuenta y cuatro años de edad. Antes de morir, había
entregado a doña Emilia todos los bienes que le quedaban aún
en propiedad para que fundara una beca en el Seminario de san Indalecio de
la ciudad de Almería.