BEATO JUAN JOSÉ EGEA RODRIGUEZ
1936 d.C.
1 de septiembre
Bautizado el mismo día
de su nacimiento en la Iglesia Parroquial de san Ramón Nonato de su
pueblo, ingresó en 1889 en el Seminario de Almería. El nueve
de junio de 1900 fue ordenado presbítero y enviado a la coadjutoría
de Cantoria. Tras cinco años fue nombrado Coadjutor de Vera.
En 1907, tras dos años en Vera, realizó una permuta
para ocuparse de la coadjutoría de su pueblo natal. A Zurgena entregaría
el cuarto de siglo que le restaba. Su sobrina Juana decía que: «De
mi tío guardo un recuerdo muy bueno, pues con nosotros se portó
como un padre; yo me crié junto con mis hermanos con él. Mis
padres murieron dejándonos muy jóvenes, sobre todo a mí.
Cuando iban los pobres a pedirle aceite, harina, patatas... de lo que tuviera,
se iban siempre con el capazo lleno. Era muy cariñoso con todos. Los
domingos decía Misa en Palacés; iba en una borrica pequeñita
que tenía, y aunque cayeran chuzos de punta no dejaba de ir. »
Quisieron prohibirle ejercer su ministerio con la Persecución
Religiosa, pero contestó: «Sí alguien viene a bautizar
a su hijo, o vienen a casarse porque quieren, mi obligación es atenderles,
porque soy sacerdote. » Fue detenido en las primeras horas del uno
de septiembre de 1936, a sus cincuenta y nueve años, y preso en La
Alfoquía.
Liberado a las pocas horas, su sobrina recordaba que: «Al
llegar a casa nos dijo: “De esta nos hemos librado, veremos que sucede la
próxima vez”. Por la tarde, a las cinco más o menos, fueron
a buscarlo nuevamente a casa y ya no volvió. Lo llevaron, junto con
otros cuatro sacerdotes, a los pozos de Tabernas. Según contaron a
mi cuñado unos vecinos de Tabernas, todos murieron gritando: ¡Viva
Cristo Rey!” »