BEATO JUAN ENRIQUE
GRUYER
1792 d.C.
3 de septiembre
En
París, Francia, pasión de los beatos Andrés Abel
Alricy, sacerdote, y setenta y un compañeros, mártires,
en gran parte sacerdotes que, después de una primera masacre
producida el día anterior, encerrados en el seminario de San
Fermín como en una cárcel, fueron masacrados por odio a
la Iglesia.
Juan Enrique Gruyer nació en Dôle (Francia),
en 1732 de padres cristianos. Fue ordenado de sacerdote en St. Cloud y
se estableció en su villa natal, viviendo con su familia y
ayudando al clero parroquial. Deseando más
perfección, cuando tenia 37 años, se determinó
dejar su familia y su diócesis ingresando entre los Hijos de san
Vicente de Paúl. Al cabo de un año de seminario interno o
noviciado, fue destinado a Argens, donde la Congregación de la
Misión tenia una comunidad dedicada al ministerio de las
misiones populares. Allí emitió sus votos, el 24 de enero
de 1773. Nombrado vicario de Ntra. Sra. de Versailles pasó en
1784 a la parroquia de San Luis, donde le sorprendió la
Revolución. Nombrado un párroco constitucional que no
consiguió que ninguno de los misioneros que regían
aquella parroquia, prestasen el juramento civil, dando un hermoso
ejemplo de fidelidad a la Iglesia romana y por ello fueron expulsados
de la parroquia.
El Beato Juan Enrique Gruyer, volvió a su pueblo
natal, permaneciendo allí escondido durante un año.
Añorando su Congregación y con el deseo de vivir la vida
de comunidad, volvió a París. El permiso para llegar a
París estaba fechado en 18 de junio de 1792. Tal documento lo
describe “alto de talla, cabello blanco, de frente mediana, ojos
azules, nariz prolongada, barba pequeña y rostro redondeado”. El
seminario de san Fermín le abrió sus puertas y el
superior, el beato Luis José François, le acogió
fraternalmente.