BEATO JUAN DE SANTO
DOMINGO MARTINEZ
19 de mayo
1619 d.C.
Nació en Manzanal de los Infantes (Zamora). Ingresó en el
convento de los dominicos de San Esteban de Salamanca y allí
hizo su profesión religiosa en 1594. Quería ser
misionero, y fue ordenado sacerdote en Sevilla en 1601, cuando era
destinado a Filipinas por la ruta de Méjico. Estuvo 16
años en Filipinas ejerciendo su ministerio en el barrio de
Binondo, Manila. En 1618 fue destinado al Japón y desde
allí debía zarpar para Corea para abrir un nuevo campo de
misión, que no tuvo éxito. A pesar de la
persecución prefirió quedarse en el Japón, y
para ello se tuvo que disfrazar de mercader español y
así burlar a las autoridades. Junto con el dominico el beato
Ángel Ferrer Orsucci tuvo que huir de casa en casa, buscando
cobijo en hogares cristianos durante el día y sirviéndose
de la oscuridad durante la noche para visitar a los cristianos y
administrar los sacramentos y animar a los enfermos y más
débiles.
En 1618 asaltaron la casa donde residía, y lo condujeron ante el
gobernador de Nagasaki. Vestido con el hábito dominico,
confesó ante el juez su identidad religiosa y fue encerrado en
la cárcel de Suzuta donde, después de tres meses de
enfermedad. Su cadáver fue incinerado y arrojado al mar. Fue beatificado por Pío IX el 7 de
mayo de 1867.