BEATO JUAN COLOMBINI
31 de julio
1367 d.C.
Nació en Siena, en el seno de una acomodada familia de
mercaderes. Él ejerció como mercader, y fue primer
magistrado de la ciudad; estaba casado con Biaghia de Messer Giovanni
di Niccoló con la que tuvo dos hijos. Se le describe como un
hombre ambicioso, ávido y de mal carácter. Tenía
50 años, cuando un día, teniendo prisa para comer, tuvo
que esperar que la comida se hiciera, entonces, la mujer le dejó
un libro de santos para que lo leyera, pero él enfadado lo
tiró, pero recapacitó y cogiéndolo de nuevo, lo
leyó, y leyó la vida de santa Maria Egipciaca, esto le
convirtió de tal manera que, en la ciudad de Siena, donde
vivía, liquidó sus negocios (dejando gran parte de sus
bienes a los pobres, primero se deshizo de los bienes ganados
ilícitamente, y luego el resto lo distribuyó entre su
familia, y entregó un gran patrimonio al hospital de la Scala de
Siena y a la Compañía de María Virgen), y el resto
a su familia, retirándose del mundo.
Junto con otro noble,
Francisco Vicenti, fundó los "Pobres de Cristo" porque
intentaban imitar a Jesús en su humildad y sufrimiento, se les
conoceré como los Jesuati porque iniciaban y acaban sus sermones
con “Viva Jesús, Alabado sea Jesús” y que hicieron
penitencias públicas que pudieran parecer histriónicas,
sobre todo en una comunidad de conversos, la mayoría noble, que
quiso cambiar de vida. La presencia de mujeres en su primera
fundación, y sus estrechas relaciones con las monjas de Santa
Bonda, dieron ocasiones de envidias y críticas, que obligaron al
exilio a Juan y a su grupo en 1363. Tuvo problemas con los franciscanos
y con el clero secular que los confundían con los
heréticos “fraticelli”. Era el momento del regreso del Papado de
Aviñón, y después de ir a Roma y entrevistarse con
el Papa el beato Urbano V, y luego de duras investigaciones, fueron
aprobados, pero sin regla. Durante este tiempo tuvo que sufrir el
abandono de algunos de sus seguidores. Fundaron monasterios.
Murió en Acquapendente cuando marchaba a Siena. Está
enterrado en el convento de Santa Bonda de Siena, y la ciudad le dio
todos los honores que no recibió en vida.
El culto del Beato fue aprobado en 1583, y en 1606 se
aprobó el ingreso de sacerdotes en la congregación, pero
por abusos, fue suprimida por completo en 1668 y los religiosos que
permanecieron se unieron a la Orden de los Jerónimos. La rama
femenina subsistió hasta fines del siglo XIX.