BEATO JUAN CINI "DE LA
PAZ"
12 de noviembre
1340 d.C.
Natural de Pisa. Contrajo matrimonio y fue soldado en la guera entre
Pisa y Florencia. Tomó parte en el asesinato del arzobispo
electo de la diócesis de Pisa, Mateo, lo que le valió la
excomunión y la cárcel. Esta excomunión y la
experiencia de la guerra, donde vio morir a tantos amigos, le llevaron
a la conversión.
Se hizo Terciario
franciscano y se volcó en obras de penitencia y caridad. A
partir de 1305 fue elegido en varias ocasiones presidente de la
"Piadosa Casa de la Misericordia", cuya finalidad era hacer la caridad
a los más pobres y necesitados, y a los peregrinos. Con el beato
Juan dicha institución cobró nuevo impulso. Fue él
quien inició la costumbre de llevar limosna de noche (alimento,
ropa, dinero) a los pobres "vergonzantes", que jamás se
atreverían a recibirla públicamente, a la luz del
día.
Eso duró hasta
que decidió retirarse a hacer vida eremítica en una celda
junto a la Puerta de la Paz, de Pisa. De ahí le viene el nombre
de "Juan de la Paz". A partir de entonces se dedicó, sobre todo,
a hacer penitencia por los pecados de su vida pasada, y a pedir al
Señor por la paz en su ciudad, tan agitada por las luchas de
partido. El ejemplo de su austeridad, afabilidad y caridad atrajo a
muchos, especialmente a jóvenes deseosos de imitarlo. Para ellos
fundó la Congregación de los "Ermitaños Terciarios
Franciscanos", llamados "Fraticelli", una congregación ya hace
mucho que se extinguió. El obispo les entregó la ermita
de Santa María de la Sambuca, que se convirtió pronto en
un vivero de santidad, bajo la dirección del beato Juan.
También se le
atribuye la fundación de la Compañía de
Disciplinados de San Juan Evangelista, con sede en el oratorio de la
Puerta de la Paz, donde Juan Cini pasó los últimos
años de su vida, encerrado en una pequeña celda y
recibiendo la comunión y el poco alimento que le daban de
limosna, a través de una ventanilla estrella. Allí
murió a los 70 años. Sus restos reposan en la iglesia de
San Francisco de Pisa.
Aprobó su culto Pío IX el 10 de septiembre de 1857. Sin
embargo, cuando se aprobó el culto se hablaba de que
había muerto en el siglo XV, no en el XIV,. porque se
había confundido al beato Juan con otro Juan de Pisa, un
peletero casado que no es el beato que conmemoramos hoy, pero que ha
dado lugar a que, incluso hoy, en muchas biografías estén
mal consignadas las fechas.