BEATO JUAN BLANCH
BADÍA
1936 d.C.
9 de septiembre
Nació el 1 de
marzo de 1873 en Puigpelat (Tarragona)
Profesó el 27 de julio de 1902
Sacerdote el 12 de junio de 1897
Fusilado el 31 de agosto de 1936 en San Pedro dels Arquells
(Lérida)
El P. Juan Blanch nació el 1 de marzo de 1973 en Puigpelat
(Tarragona) y fue bautizado al día siguiente en la parroquia de
Santa María de dicho municipio. Cuatro años más
tarde fue confirmado por el Sr. Arzobispo de la diócesis durante
la visita pastoral, Dr. Constantino Bonet y Zanuy.
Sus padres fueron D. José Blanch, labrador, y Dª Paula
Badía. Tuvieron seis hijos, de los que tres murieron en la
infancia. Eran personas religiosas y cumplidoras de sus obligaciones y
gozosos por la vocación sacerdotal de su hijo.
Su carrera eclesiástica la hizo en el seminario pontificio de
Tarragona, donde entró con once años en calidad de
interno de segunda clase porque sus padres no disponían de
recursos económicos suficientes. En filosofía tuvo como
profesor de Lógica al P. Francisco Cases, que también fue
su director espiritual.
En agosto de 1892 sufrió un catarro gástrico que le
dejó secuelas, tanto que el médico pidió que le
dispensaran del internado para poder atender mejor a un régimen
alimenticio y dedicar una hora a paseo.
El día 12 de junio de 1897 fue ordenado sacerdote. Su primer
destino fue Gratallps como Coadjutor, donde estuvo poco más de
un año. El segundo fue La Febró, como Ecónomo. En
1900, durante la visita pastoral del Sr Arzobispo Costa Formaguera,
manifestó a este su voluntad de hacerse religioso, pero le hizo
esperar una temporada. De ahí fue trasladado a San Antonio de
Valls, como Vicario. Aquí maduró su vocación
religiosa.
El día 15 de junio de 1901 ingresó en el noviciado
claretiano de Cervera y tomó el hábito el día 16
de julio siguiente, y poco después el noviciado fue trasladado a
Vich, donde profesó el 27 de julio de 1902.
Su primer destino fue la casa de Vich como predicador. Allí
estuvo hasta final de diciembre de 1907 en que fue trasladado a Solsona
con el oficio de Superior. En el desempeño del cargo
encontró problemas de toda índole. En agosto de 1913,
predicando en Serrateix. contrajo una enfermedad tifódica que
tuvieron que administrarle el Santo Viático.
Una vez restablecido de la enfermedad, en octubre de ese año,
fue a Lérida a tomar posesión del cargo de superior.
Posteriormente, en septiembre de 1918, fue a San Feliu de Guixols como
superior de la nueva fundación, de cuya residencia tuvo que
encargarse y logró alquilar casa con la ayuda del
párroco. De esta fundación se esperaba mucho para
«despertar la fe desgraciadamente muy apagada. Es gente que va de
cara a la peseta y de espaldas al cielo.
Quiera el In. Corazón protegernos dándonos Iglesia y
Casa. Por ahora no se pueden hacer con seguridad
pronósticos»[1]. Tres años después de la
fundación seguían sin tener iglesia y casa. El P. Blanch
instaba a los superiores a trasladar la comunidad a Gerona, más
céntrica, donde podrían desarrollar mucho ministerio
puesto que en San Feliu los frutos espirituales habían sido
pocos. Por fin, el cuatro de agosto de 1924, después de un
sinnúmero de trámites y requisitos, se pudo comprar una
finca en Gerona, con la suerte de que el vendedor condonó el 20%
del precio ajustado. El día 6 de septiembre de 1924 quedó
constituida la nueva comunidad de Gerona con el P. Blanch como
superior, que en los cambios del año siguiente pasó a ser
Consultor 1°. En 1928 fue nombrado de nuevo superior de la
comunidad de Gerona.
En 1932 fue destinado a la casa de Gracia como Consultor 1° y
en 1934 fue nombrado superior de la casa de Tarragona.
Cualidades y virtudes
Era de genio y carácter quieto, pacífico, modesto y bien
hablado. En el trato con sus compañeros era afable y
cariñoso.
Tenía verdadera competencia en la predicación,
distinguiéndose en los Doctrinales al pueblo fiel. Gran
predicador de misiones populares.
Muy buen religioso, de conducta ejemplar. Se distinguió
también por su prudencia en el cargo.
Detención y martirio
El 20 de julio de 1936 se trasladó a Cervera de paso para
Guisona donde debía predicar un novenario. Fue a saludar a la
familia del P. Lloses y a continuación se dirigió a la ex
Universidad, donde estaba la comunidad de los Misioneros. Al día
siguiente salió para ir a predicar a Guisona, pero fue detenido
y le llevaron a la casa de la familia Lloses, porque la comunidad
había sido dispersada, y le ordenaron que no se moviera de
allí.
En la casa de la familia Lloses, el P. Blanch pasaba los días
dedicado a la oración, rezo del Santo Rosario y entretenido con
los pequeños de la casa enseñándoles a rezar y el
catecismo. Todos los días dirigía el rosario en familia.
En este tiempo le vino la idea de marchar a su pueblo natal, pero el
miliciano Vilalta le disuadió. La dueña le hizo un traje
para que pudiera salir sin ser conocido, pero esto no sucedió.
Él estaba sereno y convencido de que no saldría con vida
de Cervera, por lo cual se disponía al sacrificio. Aunque
se habían tomado las precauciones necesarias, la presencia del
Padre fue delatada al comité revolucionario y enseguida
llegó el acostumbrado registro.
Hacia las once de la noche del 31 de agosto se presentó una
patrulla en la casa Lloses en busca del P. Blanch y del
dueño. La escena trágica que se preparó a la
familia le hizo perder el sentido al Sr. Lloses, pero los rojos le
ayudaron a bajar las escaleras. En la calle, visto que no tenían
compasión de su benefactor, el P. Blanch les dijo:
Matadme a mí si queréis, pero dejad a este pobre padre de
familia.
Fueron llevados al comité y allí condenados a muerte. Los
sacaron en auto, que algunos vieron, y los fusilaron en un ribazo de la
carretera Madrid-Barcelona en el término municipal de San Pedro
dels Arquells. A continuación los prendieron fuego con gavillas
de la siega que allí había. Los restos que pudieron
recoger personas amigas de la familia los depositaron en un nicho de la
familia Lloses en el cementerio de la ciudad de Cervera.