BEATO JUAN BAUTISTA
TURPIN DU CORMIER
21 de enero
1794 d.C.
Víctimas de sentimientos anticlericales nacidos en Francia
durante los desordenes provocados por la revolución francesa.
Fueron guillotinados en Laval, entonces diócesis de Le Mans, y
ahora cabeza de una diócesis propia. Su delito fue enemistad con
la República, esto significaba que los 19 se habían
negado a prestar el doble juramento que se les pedía el de la “Constitución
Civil del Clero” y
el llamado “Libertad-Igualdad”. No se les deportó como a
otros sacerdotes menos ancianos, sino que estaban detenidos en el
convento de religiosas llamado Patience. Casi todos ellos fueron
detenidos en 1792.
Ocupada Laval, en
1793, por el ejercito vandeano, fueron liberados, pero como
inmediatamente fueron derrotados por los republicanos de la
revolución, volvieron a ser encarcelados en el convento. Todo el
tiempo que estuvieron detenidos, pasaron muchas incomodidades, a causa
de su ancianidad.
El tribunal
revolucionario de Laval quería vengarse de los fracasos sufridos
por las ideas nuevas en el departamento. El 21 de enero de 1794, hacia
las 8 de la mañana, los 14 sacerdotes fueron conducidos al
tribunal, junto con algunos otros sospechosos.
Durante el juicio que
se les condenó a la guillotina, se presentaron como delatores
dos sacerdotes juramentados, que uno de ellos, murió
cayéndose por la ventana, a causa de su borrachera, el mismo
día que fueron guillotinados. Los sacerdotes se confesaron
mutuamente y prepararon a morir a los cinco rebeldes condenados a ser
guillotinados con ellos. Hacia medio día, fueron conducidos a la
plaza del palacio. Fueron enterrados en la Croix-Batalle.
El 6 de agosto de 1816, sus cuerpos fueron exhumados y depositados con
honor en la iglesia de Avesniéres. Fueron beatificados el 19 de
junio de 1955 por Pío XII.
Juan Bautista Turpin nació
en Laval en 1732, hijo de Julián Turpin y Magdalena Leroy,
pertenecientes al alto comercio. Tenía cinco hermanos, de los
que dos fueron sacerdotes no juramentados. Una de sus hermanas, madame
Piquois, murió durante el Terror cuando la trasladaban de una
cárcel a otra. Doctor en Teología por la universidad de
Angers, fue ordenado sacerdote obteniendo el beneficio comendatario de
prior de Parne. Párroco de la Trinidad en Laval, donde
ejerció su ministerio de forma laudable, sobre todo en el campo
de la confesión.
En 1790, con la
llegada de la revolución, se negó a admitir el cargo de
obispo del departamento de Mayenne de nueva creación, así
como oficiar una misa en su parroquia por la entronizacion, en aquel
lugar, del nuevo obispo. Todos los sacerdotes de su parroquia, excepto
uno, se negaron a prestar juramento constitucional. Fue encarcelado en
el exconvento de los Cordigeros en 1792, luego fue llevado a la
Patience. Cuando el ejercito vandeano lo liberó, volvió a
su parroquia, pero no pudo ejercer su ministerio, por su mala salud,
pero si pudo salvar del fusilamiento al sacerdote juramentado. Fue
detenido de nuevo. Fue guillotinado con sus compañeros y se le
condenó a subir el último por haber fanatizado a su
clero, cuando subió hacia el patíbulo lo hizo besando en
el suelo la sangre de sus compañeros.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)