BEATA JUANA SCOPELLI
9 de julio
1491 d.C.
Nació Reggio Emilia en el seno de una familia profundamente
cristiana. Sus padres dieron a sus tres hijos una ferviente
educación cristiana. Juana ayudó a sus hermanas para que
afrontaran el matrimonio con auténtico espíritu
cristiano. Se sentía gozosa de ayudar y servir a su familia. Se
desvivió en atenderles y ayudarles en todas sus necesidades
aunque careciera de tiempo para sí misma.
Se enteró de la
existencia de jóvenes que, bajo la regla carmelitana,
vivían encerradas en su casa, como si fuera un monasterio, sin
vivir para ello en la vida claustral. Juana, con el permiso de sus
padres, se entregó de lleno, siempre que la obligación no
la llamaba a otra cosa, a su nueva vida: vida de oración,
lectura de la Biblia y penitencia corporal (según la costumbre
de la época). Pronto su ejemplo cundió, y una buena
señora le ofreció su misma casa para que, juntamente con
ella y sus dos hijas, formaran una especie de familia religiosa con la
única finalidad de vivir íntegramente la vida cristiana
y, si era necesario, también la caridad hacia el prójimo.
Vivieron juntas desde 1480 a 1484.
Aquella comunidad fue creciendo y aquella casa no daba abasto. Juana
pidió la iglesia de San Bernardo, propiedad de los hermanos
Humillados, con el fin de fundar un monasterio y así vivir en
mayor consonancia con sus deseos de entrega a Dios y a María, en
1485 comenzó el nuevo monasterio, que cambió el nombre de
San Bernardo por el de Santa María del Popolo (después
llamado “Le Bianche”). Desde un principio intentó agregarse a
las carmelitas pues le atraía especialmente su gran amor a
María y por su entrega a la vida de oración. En su tiempo
florecía en la orden carmelitana una reforma que llegó a
producir muchos frutos de santidad; se llamaba la "congregación
Mantuana". A ella perteneció el nuevo monasterio que
fundó Juana. Para sustentar el convento rechazó la dote,
solamente admitía aquellas aportaciones nacidas de la caridad de
sus vecinos, ya sea como ofrenda o como limosna. Sus paisanos se
volcaron en esta nueva reforma. Fue priora y vivió una gran
ascesis en la oración, que fue dedicada a sus vecinos que tanto
la habían ayudado. Su culto fue confirmado en 1771.