BEATA JUANA DE ORVIETO
23 de julio
1306 d.C.



   Juana, más conocida como Vanna, nació en Carnaiola, Orvieto, y desde muy pequeña fue huérfana, y la gente echó la culpa a la Providencia de que ella hubiera quedado huérfana, en cambio ella mostraba a un ángel pintado y decía: "He aquí a mi padre y mi madre, y con él estaré menos abandonada que de vosotros". La recogieron unos parientes. Trabajó de modista en Orvieto de forma silenciosa, sus parientes prepararon su boda y ella huyó de su casa y se hizo Terciaria dominica, rechazando la ventajosa propuesta matrimonial. Vivió una intensa devoción por la Pasión de Cristo, que fueron acompañados de carismas místicos, además de una castidad perfecta, que según la leyenda la Providencia la salvó de ser violada dos veces. También tuvo el don de profecía y numerosas tentaciones que supo solventar con la gracia y el amor divino.

   No le faltaron críticas y desprecios por parte de algunos de sus conciudadanos que dudaron de su virtud. Ella soportó con paciencia y humildad todas las dificultades que se le plantearon, incluso las enfermedades que tuvo que soportar, que fueron muchas y largas; bajo su guía silenciosa formó a las personas en el amor de Dios; consiguió la conversión de los herejes patarinos de Orvieto que negaban la Eucaristía, y la pacificación de la ciudad en las luchas entre güelfos y gibelinos. Murió en olor de santidad, y sobre su sepulcro se obraron muchos milagros. En 1926 fue declara patrona de las costureras y sastres italianos. Su culto fue aprobado en 1754 por el Papa Benedicto XIV.

Página Principal
(Parroquia San Martín de Porres)