985-996 d.C.
Es probable
que el hijo de Cencio, Crescencio Nomentano, que se autotitulaba
"patricio de Roma", influyera en la elección. Al Papa no le
quedaba más que el poder espiritual, pero supo conservar su
prestigio e intervenir con acierto entre el litigio entre el rey de
Inglaterra y el duque de Normandía. Intervino también con
éxito en los asuntos internos de las Iglesias de Francia y
Alemania. La emperatriz regente, Teófano, bajó a Italia
en 989, sin lograr alejar a Crescensio. Juan huyó hacia el norte
y llamó en su ayuda al emperador Otón III, pero
falleció antes de que pudiera coronar al emperador. La primera
canonización pontifica es de 993, con ocasión de elevar
al honor de los altares a Ulrico de Augsburgo. En 988, el zar Vladimiro
I de Rusia se convertía al Cristianismo.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)