JUAN XI
931-935 d.C.



   Era hijo de Marozia. A la muerte de su esposo, Guido de Toscana, la senadora ofreció su mano a Hugo, rey de Provenza y de Italia, y pensó hacerle coronar como emperador por Juan XI. Pero Alberico, otro hijo de Marozia, instigó a la nobleza y al pueblo, logró alejar a Hugo en 932 y encarceló a su madre y al Papa, su hermano. Los dos fueron asesinados en la prisión, y con su muerte acaba, en 935, el periodo más triste de la historia de la Iglesia. Alberico reinó como "príncipe y senador de los romanos", y bajo su reinado y protección el abad Odón de Cluny procedió a la reforma de la Iglesia.

Página Principal
(Pbro. José Manuel Silva Moreno)