JUAN IX
898-900 d.C.
Hizo lo
posible para rehabilitar la memoria de Formoso y por arreglar
definitivamente la cuestión de la elección pontifical.
Dicha elección, cuyas normas habían sido establecidas en
824 y que el clero lograba eludir, según las circunstancias,
tenía que realizarse en presencia de los delegados imperiales,
del Senado y del pueblo romano, y sólo miembros del clero romano
podían ser candidatos. Hubo paz en la peninsula debido a las
buenas relaciones entre el Vaticano y la casa de Spoleto, pero Lamberto
falleció en 898, y su rival Arnulfo en 899. Como único
candidato para el Imperio quedaba Luis, rey de Burgundia y de Provenza.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)