BEATO JOSE VERGARA ECHEVARRIA
1936 d.C.
29 de septiembre
José Vergara Echevarría
nació en Almándoz, en el Valle de la Ulzama, el 18 de junio
de 1908. A sus 12 años, respondiendo a su vocación religiosa,
entró en el seminario menor -conocido como Pequeña Obra- de
los Misioneros del Sagrado Corazón, ubicado en Canet de Mar (Gerona).
En 1930 hizo su profesión perpetua. Estudió Filosofía
en Barcelona y Teología en la nueva casa de Logroño. Fue ordenado
sacerdote en el año 1934 y destinado como profesor de ciencias y matemáticas
de los futuros misioneros en Canet de Mar.
Cuentan de él que tenía muy buen carácter,
era sencillo, alegre, muy abnegado, callado y sufrido. Trasmitía a
sus alumnos el ardor y el celo de su patrono san Francisco Javier, presentándoselo
como modelo de misionero que había que imitar. Era ágil y deportista,
subía y bajaba a paso rápido el paseo de la Misericordia que
une el pueblo con el colegio, centrado en sus pensamientos, sin fijarse en
nadie, por lo que la gente de Canet empezó a llamar a los misioneros
Els homes de sa idea (los hombres fieles a su idea). Como buen navarro era
hábil pelotari, juego que enseñaba a los jóvenes, y
en el que a veces se dejaba ganar para darles satisfacción.
MARTIRIO:
A partir de las elecciones de febrero de 1936 se acentuó
en toda España la persecución religiosa, previéndose
ya próximo el inicio de su fase sangrienta. La comunidad de Misioneros
del Sagrado Corazón estaba integrada en aquel momento por 8 padres
y 4 hermanos coadjutores, y en ella se formaban 6 novicios y 10 postulantes
que acababan de ingresar, y estudiaban 65 niños, en su mayoría
procedentes de zonas alejadas, como Asturias, Navarra y el norte de Castilla.
El padre superior José Fernández, consciente de
la gravedad del momento, compró trajes de paisano para los religiosos,
y proyectaba trasladar toda la comunidad a la casa de la Congregación
en Marsella. Tras el estallido de la guerra civil española el 18 de
julio de 1936, se inició un proceso revolucionario en Canet de Mar,
que llevó a un primer intento fracasado de huida de los religiosos,
hecho realidad a inicios de agosto en diferentes grupos. Un grupo de siete
religiosos (los padres Antonio Arribas Hortigüela, Abundio Martín
Rodríguez José Vergara Echevarría y Joseph Oriol Isern
Massó, y los hermanos Gumersindo Gómez Rodrigo, Jesús
Moreno Ruiz y José del Amo del Amo) anduvo durante casi dos meses
por los montes, durmiendo en los bosques, soportando sin indumentaria ni
calzado adecuados tormentas y ventiscas. Recorrieton unos 140 kilómetros
desde Canet de Mar hasta Sant Joan Les Fonts, donde fueron detenidos el 28
de septiembre. Encerrados en la escuela tras ser interrogados, pasaron la
noche en oración, vigilia de la fiesta de San Miguel, protector de
su Congregación.
A las cuatro de la tarde del día 29 de septiembre, los
sacaron atados y los condujeron en un autobús hasta Pont de Ser, entre
Bañolas y Besalú (Gerona), donde fueron fusilados. Uno del
Comité de Sant Joan narró a la vuelta los detalles: «Primero
echamos abajo a cuatro, ordenándoles colocarse de espaldas. ¿Y
no se nos enfrenta uno de los tíos, negándose a dar la espalda?
Y nos sale diciendo que eso era de cobardes y criminales, y que para ellos
el morir por ser curas era una gloria. En esto va otro y les da la bendición.
La descarga los dejó fulminados. En cuanto abatimos a aquellos cuatro,
bajamos a los otros tres y, sin escuchar más monsergas, los liquidamos
junto a los otros.» Sus cuerpos fueron trasladados al día siguiente
al cementerio de Seriñá.